Un proceso jurídico resulta enredado y tedioso para muchos ciudadanos. La dificultad aumenta si sufres algún tipo de discapacidad, que te obstaculiza percibir admisiblemente el avance de todo lo que tiene punto en los juzgados. Sin secuestro, existe una figura de nueva creación, en la que la Comunidad de Madrid es pionera. Son los conocidos como facilitadores judiciales, que ayudan –unicamente– a las víctimas, con dispacacidad, de cualquier delito en el avance de un seso.
El Gobierno madrileño aprobó el pasado 8 de mayo regular la figura del experimentado facilitador que ya presta apoyo a personas con discapacidad en sus sedes judiciales –juzgados adscritos a alguno de los 21 partidos judiciales existentes–, la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Conciencia.
Previamente, el Ejecutor autonómico recibió el crónica del Consejo Normal del Poder Procesal que respalda al experimentado facilitador y donde destaca el carácter «precursor» de esta iniciativa que, según expone, «constituye un hito en aras a avalar la billete de la persona con discapacidad en plena igualdad en el interior del proceso».
«El objetivo es que las personas que tienen algún tipo de discapacidad intelectual o de avance, cuando están metidas en el interior de un proceso jurídico puedan estarlo en las mismas condiciones que cualquier otra persona. Los facilitadores lo que hacemos es valorar las capacidades de esa persona, para que se le tome manifiesto teniendo en cuenta sus deposición específicas», explica Ruth Otero, psicóloga adscrita a la Oficina Central de Audiencia a Víctimas del Delito.
Para desempeñar como facilitador es imprescindible ser licenciados o graduados en Psicología, Derecho, Logopedia, Criminología, Trabajo Social, Educación Social o Terapia Ocupacional. Por otra parte, hay que contar con una formación específica –cursos con una duración mínima de 100 horas– en esta ámbito.
Entre sus funciones; la principal es el seguimiento de las víctimas al punto donde le van a tomar manifiesto, va a hacer una rueda de conocimiento o va a determinar en el seso vocal. «Nos coordinamos con esa entidad jurídico, y cubrimos las deposición que hemos valorado con un crónica de medidas de protección», añade Otero.
Ruth Otero, psicóloga adscrita a la Oficina Central de Audiencia a Víctimas del Delito, que atiende al hijo de Ana como facilitadora jurídico
Hay que tener en cuenta que muchas de estas personas tiene una memoria limitada, les cuesta mucho fijar las coordenadas temporales de los hechos ocurridos, presentan problemas de compresión de las preguntas o incluso les es difícil comunicarse. La tarea del facilitador es hacer más sencillo este proceso. «Si para cualquier persona es costoso determinar en un el transcurso de un seso, porque muchas veces no se emplea un estilo global, para una persona que tiene unas deposición especiales resulta mucho más complicado», expone la psicóloga.
Gracias a estos expertos de los que dispone la región, el año pasado atendieron a 170 personas con deposición especiales
Es el caso del hijo de Ana, al que Ruth le presta ayuda en su proceso jurídico. «Los niños con TDHA se ponen muy nerviosos a la hora de determinar frente a la Fiscalía; más cuando han sido víctimas en sus propias carnes, y han pasado por cosas muy difíciles. Yo hablé con Ruth, y le dije que quizá mi hijo fuera más tranquilo llevando una mascota, porque a él le encantan los perros. Costó trabajo, pero lo inalcanzable se hizo posible. Estuvo más relajado, y declaró con más sosiego», relata Ana.
Frente a su petición, la fiscal aceptó y adaptó la manifiesto, en todo lo posible, a las deposición del hijo de Ana. Permitió que un perro permaneciese adyacente al chaval, y acompañó la exposición de los hechos con dibujos para que fuera más sencillo el proceso.
«Nos sitúa como la primera región en aprobar una medida de estas características que acerca la Compañía de Conciencia a las personas con discapacidad»
Miguel Querubín García
Asesor de Presidencia, Conciencia y Compañía
A través de las Oficinas de Audiencia a Víctimas de Delitos, los facilitadores judiciales de los que dispone la Comunidad de Madrid atendieron a 170 personas con discapacidad el pasado año. El consiliario de Presidencia, Conciencia y Compañía, Miguel Querubín García Martín destaca esta medida: «Nos sitúa como la primera región en aprobar una medida de estas características que acerca la Compañía de Conciencia a las personas con discapacidad».
Los testimonios de Ana y Ruth ilustran lo imprescindible que resultan los facilitadores para muchas víctimas de delitos.