Una pasta especial salva la piedra milenaria de la ermita de A Lanzada



Quienes la han visitado saben que la ermita de A Lanzada, en Sanxenxo, es un enclave paradisíaco pero muy castigado por la fuerza del mar, inclemencias del tiempo y humedad. Estos son los elementos contra los que este templo lleva luchando desde hace siglos y son también los causantes de su grave deterioro.

Por eso se ha puesto en marcha un plan, desde el Departamento de Cultura, para conseguir restaurar la ermita y devolverle un aspecto saludable. De ello se encargan los arqueólogos y canteros de la empresa Parteluz. “Estamos trabajando desde junio con una pasta especial para reducir la salinidad, evitar la erosión de la piedra y evitar fugas de agua. Ya casi hemos terminado”, explica Uxía Aguiar.

La pasta que salva la ermita

Quienes pasen por el templo estos días podrán ver cómo Está cubierto de una pasta blanca. Es una sustancia de celulosa, mezclada con arcilla y agua desmineralizada. “Este compuesto nos permite reducir la salinidad que proviene del mar y que está erosionando el templo”. Y parece que lo están consiguiendo. Cuando se iniciaron los trabajos se midió la cantidad de sal contenida en las piedras de la ermita, en total 2.500 microsiemens, “eran valores muy elevados”, y en estos momentos la cifra ha sido reducido a 100 microsiemens.

Con esta pasta no se recupera el volumen de la piedra, pero sí su cohesión, evitando que el agua penetre en el templo. Pero aún queda otro elemento contra el que luchar. El viento, que azota fuertemente la zona, arrastra la arena de la playa y también afecta a la estructura. Sin embargo, no hay solución a este hecho. Se espera, sin embargo, que la reducción de la salinidad también reduzca la cantidad de arena que queda en la piedra de este templo.

Una parada obligada si tienes la oportunidad de pasear por las Rías Baixas y, además, en unos días con el mejor aspecto que puede ofrecer la ermita de A Lanzada.

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