La maestra le dijo a la estudiante que debería saliendo de la primera fila del salón porque se le podía ver uno de sus pezones y sería mejor si te sentaras atrás. La joven, molesta, salió del aula con prácticamente toda la clase y fue a reportarlo al decano. Un hecho desencadenante, pero no aislado. El docente ya había sido denunciado por una causa similar en 2016 por otro alumno. En esa ocasión fue suspendido por dos meses de empleo y salario.
Estudiantes consideran insuficiente el tiempo de descalificación
Los estudiantes de la USC creen que “Los tres años de inhabilitación son insuficientes. Ya había sido sancionado anteriormente. No sólo es reincidente, sino que nunca pidió perdón ni mostró arrepentimiento ni voluntad de cambiar de actitud”. Estas son palabras de Iria Nande, que comenzó sus estudios de economía en 2019, cuando ocurrieron los hechos.
“Es inaceptable que un hombre abiertamente misógino y machista, con un largo historial de actitudes contra las alumnas en clase y que nunca mostró arrepentimiento por su comportamiento, ni voluntad de cambiar su actitud, regrese a las aulas universitarias en dos asignaturas obligatorias de 1º. y segundo año, lo que hará que los estudiantes vuelvan a tener miedo”, afirma. Y explica que lo que hay ahora “es un ambiente complicado porque, aunque algunas personas que estaban en la universidad en 2019 ya terminaron sus estudios, muchos de los estudiantes que ahora empiezan conocen a este señor y tienen miedo de tenerlo como profesor”. “.
Han convocado una manifestación
Por este motivo, la asociación de estudiantes de Erguer ha convocado una concentración el próximo miércoles, a las 16.30 horas, frente a la facultad de Economía, para mostrar el rechazo de la comunidad universitaria al regreso de Luciano Méndez Naya a las aulas. .
“Exigimos que este señor deje de enseñar en la universidad. Entendemos que es una situación muy complicada para la universidad, que lo ha suspendido por tres años, pero es inaceptable que los estudiantes tengan que pasar por esto nuevamente. Pedimos que mecanismos para que “este tipo de personas no puedan seguir dando clase”, afirma Iria.