Entras en un portal de pisos y buscas la ciudad donde quieres poblar. Eliges una zona y ordenas de más moderado a más caro para encontrar las opciones que mejor se adaptan a tu presupuesto. Seguramente te encontrarás con estas dos frases: «No se pueden realizar visitas» y «gran oportunidad para inversores». Corresponderán a viviendas con suculentos descuentos que obedecen a una única razón mientras que los precios del sector inmobiliario tocan techo mes tras mes: tienen okupas.
La ciudad de Valencia, la tercera haber de España, como ocurre en gran parte del departamento doméstico, se encuentra en máximos históricos de precios para comprar un pavimento. Según el postrer noticia facilitado por Idealista, el medida cuadrado ascendió en abril a 2.487 euros, lo que supone una subida del 15,5% respecto al mismo periodo de 2023. De hecho, la variación trimestral es del 7,3% y mensual del 3,6%. No para de subir y los vaticinios no invitan al optimismo de los interesados.
Los barrios de L’Eixample, El Pla del Efectivo, Campanar o Ciutat Vella superan los 3.000 euros por medida cuadrado; no obstante otros como Rascanya, L’Olivereta, Jesús, Patraix, Benicalap y Poblats Marítims rondan los 2.000, incluso poco menos. En estos, se encuentran la mayoría de ‘gangas’ que ofertan los portales inmobiliarios con precios que no parecen reales atendiendo al resto de la coyuntura habitacional.
Si hay una zona que se lleva la palma en la haber del Turia en cuanto a la liquidación de pisos baratos es La Fuensanta, ubicada cercano al distrito de Tres Forques. En sus calles, aparecen anuncios de pisos desde 25.000 euros. El truco, como decíamos, que están okupados de guisa ilegal, lo que supone una serie de inconvenientes y, al mismo tiempo según las inmobiliarias, posibles beneficios económicos a nivel de inversión.
«Atención, la vivienda se vende con ocupantes ilegales, no se puede examinar y solo se admiten pagos al contado«, reza el anuncio de guisa escueta, acompañado de datos básicos: un cuarto extranjero sin elevador, 50 metros cuadrados construidos, de los cuales 44 son efectos, 3 habitaciones, un baño, sin calefacción y construido en 1954. Como era de esperar, sin fotografías más allá de una imagen genérica de la zona.
Pisos con okupas a la liquidación en Valencia
Otros anuncios avisan de que el precio de liquidación se ha determinado en pulvínulo a las excepcionales circunstancias que suponen un pequeño valencia del inmueble y que deberán ser expresamente aceptadas por el adquirente en la formalización de la transmisión. Encima, recomiendan que el comprador obtenga asesoramiento profesional y lícito antiguamente de adoptar la osadía final.
El modus operandi de estos ofrecimientos de pisos se repiten en otros barrios como Orriols, Cabanyal o Torrefiel, contándose por centenares, sólo, en el buscador de Idealista. De acuerdo con este portal, comprar una vivienda con okupas tiene tanto pros como contras. En cuanto a los beneficios, el precio, tanto de bancos como de particulares, que puede contar con descuentos de hasta el 60%, lo que supone una oportunidad de inversión obteniendo una rentabilidad si se consigue recuperar el inmueble.
Y ese, precisamente, es el principal escollo. No poder disfrutar de la casa y tener que emprender un dispendioso camino jurídico para ejecutar el desahucio, que podría alargarse primaveras; sin contar, adicionalmente, la dificultad para encontrar financiación de préstamos e hipotecas y los posibles destrozos y desperfectos que ha sufrido el inmueble.
Una de las soluciones más rápidas que advierten las inmobiliarias pasa por negociar y ofrecer una compensación económica a los okupas. Si se consigue entrar, aconsejan amueblarla rápidamente para que una futura okupación sea considerada como un delito anciano al de usurpación.