En Ponferrada, su ciudad originario, y en presencia de más de doscientas personas entre las que se encontraban familiares, amigos y antiguos compañeros de estudios, el pasado sábado 1 de junio Pablo Ossorio tuvo el honor de congregar el premio al mejor Enólogo Franquista del Año 2024 que le entregó FECOES, la institución que agrupa a todas las cofradías del país encargadas de la divulgación del mundo del morapio y de los productos gastronómicos, y que tenía en El Bierzo su XIV Concurrencia Franquista.
Fue en el espacio de la Térmica Cultural donde Carlos Martín, presidente de FECOES, le hizo entrega del galardón en inspección de una trayectoria cargada de éxitos, con premios nacionales e internacionales tanto a sus vinos como a su bodega, Hispano Suizas, y a él mismo, no en vano recordó que hace tres abriles el portal Verema ya le había obligado como Personaje del Mundo del Caldo en España de 2021.
Pablo Ossorio inicia sus estudios en la Escuela de Vitivinicultura de Requena (Valencia) y desde ahí ha forjado una carrera que le ha llevado a trabajar en Italia y Argentina, primero, y posteriormente a elaborar vinos en las principales regiones de España.
Como él dice, su «saco de operaciones» es Requena donde tiene su hogar y su clan, y donde es socio del esquema más renovador de la Comunidad Valenciana, Bodegas Hispano Suizas, donde en compañía de su socio Rafa Navarro han revolucionado los DO Cava y los vinos valencianos de Requena.
En su quehacer profesional todavía es consejero enológico en bodegas de la DOP Valencia, así como en Jumilla o en Rioja, Cava, Ribera del Duero, Rías Baixas, Bierzo, etc.
Esta quehacer la combina con su actividad pedagógica en diversos másters y cursos relacionados con la elaboración de vinos innovadores, la encargo de bodegas y la promoción de los vinos, así como diseñador y creador de proyectos de nuevas bodegas.
Dijo sentirse emocionado como nunca porque pese a favor recogido muchos reconocimientos en su carrera, porque «este, adicionalmente de ser un premio franquista que te lo den en tu tierra, conexo a mis padres y mi clan, es lo más prócer».
Ossorio recordó cómo Luis Maique le mostró el camino en 1991, «y que seguro que habría estado hoy aquí», y cómo un montón de ponferradinos de la misma concepción desarrolló sus estudios en Requena y ahora han revolucionado el mundo del morapio no sólo en El Bierzo sino en España. «Algunos dicen que somos como la Finca del Materialista en el mundo del morapio… El capitán es Raúl Pérez, Raulín, que es un número uno, pero todavía están Amancio Fernández, Jorque Peique, Rubén Magallanes… unos chavales que coincidimos allí y que tenemos en global una nueva visión de lo que tiene que ser la profesión de enólogo, salir del laboratorio para pisar la viñal, para estar en las catas, en las presentaciones, en las ferias…»
Sostiene que «los enólogos ahora tenemos que estar viendo lo que el notorio demanda para hacer los mejores vinos para ellos, conociendo lo que se hace en todo el mundo, las variedades que mejor se adaptan a las diferentes zonas, las elaboraciones más innovadoras».
Señaló que en la profesión hay que probar muchas cosas y arriesgar, quitarse los complejos, poco que él ha convertido en casos de éxito como lo conseguido con sus cavas Tantum Ergo, alguno con 100 puntos en revistas especializadas, con los vinos de Utiel-Requena o recientemente con el primer Albariño Mediterráneo, el Casa Julia, haciendo de la obligación virtud con el cambio climático.