Un año de cárcel a la cuidadora de un comedor escolar en Ourense por forzar a un niño con autismo a comer



La jueza de lo Penal 1 de Ourense ha condenado a un año de mazmorra y ha inhabilitado durante dos primaveras a Isabel P.F., cuidadora del CEIP AS Mercedes en el momento de la denuncia, para trabajar en un empleo notorio o relacionado con menores por un delito contra la integridad decente. La acusada fue denunciada por la comunidad de un chaval con autismo por activo empleado la fuerza física para obligarlo a ingerir. Adicionalmente deberá indemnizar a los representantes legales del pequeño con 3.000 euros. Aunque la delación particular solicitaba la aplicación de los agravantes de injusticia de superioridad y injusticia de confianza, la jueza considera que entreambos no se pueden estimar. 

La jueza señala en la sentencia que se considera acreditado que el pequeño fue sometido “continuamente” por su cuidadora a un trato vejatorio y degradante “aun cuando no lo fuere con la intención específica de ultrajar su dignidad”. 

Los hechos

Los hechos, que la jueza considera acreditados, ocurrieron el 29 de noviembre de 2019 cuando la acusara era la encargada del comedor que gestiona el Anpa en las instalaciones del centro educativo de Ourense. La mamá del pequeño relató durante el litigio que su hijo -que no tiene la capacidad de hablar- llevaba varias semanas orinándose encima y llorando a la hora de entrar en clase. Adicionalmente otras personas que trataban con el pequeño, como su padre, había apreciado un cambio en el comportamiento del chaval, tal y cómo recoge la sentencia.  

Ese día 29 de noviembre del 2019, y tal y como recoge el Servicio Fiscal, “en un momento transmitido, cuando el pequeño se negaba a ingerir, realizó una maniobra de contención, sujetándole las manos mientras le colocaba una rodilla para impedir que se moviese”. Mientras, presuntamente, igualmente le gritó que “iba a comerse el plato por sus ánimo”. 

Durante el litigio intervinieron igualmente otros testigos. En concreto otras monitoras del comedor. Una de ellas aseguró que la acusada actuaba de modo muy brusca y agresiva. Asimismo que la imputada le metía la cuchara a la fuerza en la boca y que lo sentaba inmovilizado contra una tapia mientras el chaval se resistía. 

Por otra parte, la terapeuta del chaval aseguró que el pequeño acudía “más irascible, plañidero y desorganizado a las sesiones”. Al percatarse de que poco estaba ocurriendo, pidió a los padres que observasen con más atención a su hijo. 

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *