Un turista firma con permanente un fresco de hace siglos en la antigua ciudad de Herculano, Italia


La historia ha quedado impregnada en nuestras sociedades de una forma u otra. En el caso de países como Italia, en cada rincón, existe un pequeño vestigio de las ciudades que un día formaron parte del país. Herculano es una de estas antiguas ciudades que hoy en día se ha convertido en un atractivo turístico.

Herculano es una ciudad que se ubica al banda de la conocida Pompeya. Está, concretamente, ubicada a 11 kilómetros de Nápoles y fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1997. La erupción del Vesubio en el 79 d.C. hizo que quedara sepultada bajo las cenizas y que sus habitantes muriesen. Estuvo desaparecida en una capa de ceniza hasta el siglo XVIII. A diferencia de Pompeya, en Herculano, se pueden apreciar parte de las estructuras de los edificios, como por ejemplo puertas, escaleras, vigas, etc.

Entre los restos de la ciudad, se descubren diversos tesoros. Uno de estos atractivos, son los frescos que a día de hoy se pueden apreciar, procedentes de las casas de la época. Un imán turístico que no deja indiferente a nadie. Sin incautación, hoy es aviso uno de estos frescos y no por su valencia histórico, sino porque un turista ha plasmado su firma en la superficie.

Tal y como informa EFE, se negociación de un viajero procedente de Países Bajos que, con un rotulador indeleble (fijo), ha lámina en una horma con frescos de una casa de época romana en el parque arqueológico de la ciudad de Herculano. El turista, de 27 primaveras, estaba de receso en Campania (al sur de Italia) y firmó con rotulador enojado permanente sobre una horma que tenía un suspensión valencia histórico oportuno a que está revestida en estuco y se pueden ver reflejados restos de un fresco.

Frente a esto, las fuerzas de seguridad del país han alertado de ello y han conseguido identificar al autor. Finalmente ha sido denunciado por dañar y desfigurar obras artísticas, según han informado los medios locales.

Vandalismo en lugares históricos

Los principios históricos tienen un valencia cultural inigualable y es por eso que cualquier hecho vandálico debería ser denunciado. La firma en este fresco de Herculano no es el único sucedo vandálico que sufren joyas de la historia. Hace un año, el Coliseo Romano, un turista y su novia grabaron el momento en el que pusieron sus nombres en el renombrado monumento. En este mismo sitio, hace unos primaveras, otro turista de Irlanda además grabó sus iniciales.

Esto no solo se remite a Italia, sino que además se da en otros países, como por ejemplo Alemania y su impactante campo de concentración de Auschwitz, que tiene en su interior varias pintadas. En Dinamarca, la famosa “sirena”, ha sido el objetivo en numerosas ocasiones de los vándalos, dibujando en ella, tintándola entera de un color… En Egipto, la Gran Pirámide, fue protagonista de la denuncia del Gobierno del país a la Fiscalía Normal, que pidió la investigación de un vídeo donde se veía a una pareja escalando la pirámide y teniendo sexo.

La pena por realizar estos hechos, según informa el despacho de abogados ‘Lidiare’ basado en el artículo 323 del Capítulo II de Los Delitos sobre el Patrimonio Histórico, es “prisión de uno a tres primaveras y multa de doce a veinticuatro meses al que cause daños en un archivo, registro, museo, bibliotecas, centro docente, gobierno estudiado, institución análoga o en intereses de valencia histórico, estético, estudiado, cultural o monumental, así como en placer arqueológicos”.

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