La consejera de Vigor y Consumo de la Acoplamiento de Andalucía, Catalina García, ha trasladado este lunes desde Vigor Asegura (Jaén) las líneas estratégicas en las que está trabajando su Consejería en relación con la atención a la cronicidad en la comunidad autónoma.
La comparecencia ha tenido espacio en el entorno de una reunión de disección del Plan Andaluz de Atención a la Cronicidad en la que todavía han participado la viceconsejera, María Luisa del Recatado; el secretario común de Humanización, Planificación, Atención Sociosanitaria y Consumo, Francisco Javier Vázquez; el director del Plan de Cronicidad, Joaquín Fajardo, y la directora de la Organización de Cuidados de Andalucía, Lucía Mónica Pérez, entre otras autoridades.
García ha destacado que uno de los objetivos esencia es el fomento de la promoción de la salubridad, el autocuidado y la billete activa de las personas, las familias y la sociedad en su conjunto para el expansión de una vida saludable desde la infancia.
Un propósito que se encuadra en la Organización de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía, aprobada en Consejo de Gobierno recientemente. Y es que, hábitos como el consumo del tabaco, el sobrepeso/obesidad, la inactividad física y el consumo de bebida son los factores de peligro que provocan la aparición de más del 80 por ciento de las enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, la EPOC o patologías cardiovasculares, encima de otras enfermedades como el cáncer.
«Conocer e intervenir sobre estos factores de peligro adquiere una específico relevancia si consideramos que estos hábitos los podemos cambiar», ha afirmado. En esta dirección, ha incidido en la carestia de crear conciencia sobre los hábitos de vida saludable desde las primeras etapas de la vida en todas las esferas: conocido, escolar y social.
La consejera ha señalado que España se encuentra entre los países europeos con mayores tasas de cronicidad, «con una clara tendencia al encarecimiento» asociada al incremento de la duración. En paralelo, el número de personas con prescripción crónica ha aumentado en un 39 por ciento de 2018 a 2022 (extremo noticia registrado). Así, se ha pasado de dos millones de andaluces con prescripción crónica en 2018 a 2,8 millones escasamente cuatro abriles luego.
Adicionalmente, el 20 por ciento de las personas presenta al menos una enfermedad crónica y en el 91,3 por ciento de los casos es la principal causa de crimen. En términos económicos y sanitarios, esto supone la primera causa de consumición inodoro y constituye el 80 por ciento de las consultas en Atención Primaria.
«La promoción de la salubridad, próximo con un dictamen precoz y un tratamiento eficaz de la enfermedad una vez que esta aparece, conducen a una disminución de la morbilidad y de una crimen prematura», ha añadido García.
Equipos interdisciplinares
Sobre esto extremo, ha hablado de otros retos a los que se enfrenta la Consejería de Vigor y Consumo en materia de atención a la cronicidad. Uno, por ejemplo, es la identificación de las personas con enfermedades crónicas en función de su complejidad, independientemente de su antigüedad, con el objetivo de establecer niveles de intervenciones y los fortuna apropiados para cada caso.
Igualmente, ha considerado fundamental el expansión de equipos interdisciplinares integrados y coordinados para dar respuesta integral. «Con estos equipos evitaremos la fragmentación y discontinuidad de la atención, evitando traslados e ingresos innecesarios al hospital y siendo la Atención Primaria el eje vertebrador», ha dicho.
Al respecto, ha subrayado la puesta en marcha de planes personalizados de bono y seguimiento proactivo de las personas con enfermedades crónicas. En lo que respecta a los centros sanitarios, ha indicado que la Consejería trabaja en la transformación de «unos hospitales cada vez más líquidos», es sostener, «un maniquí asistencial flexible que se adapta mejor al entorno y a las deyección de los pacientes».
Asimismo ha apostado por resumir la variabilidad clínica, por un banda, implementando procesos asistenciales y guías clínicas, adaptándolos al contexto lugar, y, por otro, priorizando los procesos más prevalentes y con decano consumo de fortuna.
Nuevas tecnologías
Por otra parte, se ha referido a la aplicación de nuevas tecnologías. «Estamos trabajando en sistemas predictivos, basados en el Big Data, para mejorar los itinerarios personalizados y la coordinación entre ámbitos asistenciales. Estos, encima, generarán sistemas de alertas, adelantándose a la agudización de las patologías con el fin de evitar complicaciones y mejorar la eficiencia», ha notorio.
En cuanto a los ámbitos asistenciales, ha puntualizado que se están estableciendo los mecanismos necesarios para una coordinación sociosanitaria efectiva que garantice la continuidad asistencial a los centros residenciales y al domicilio. Todo ello, internamente de la I Organización Andaluza para la Coordinación Sociosanitaria 2024-2027 aprobada el pasado mes de abril en Consejo de Gobierno.
Sobre la aplicación de las tecnologías, García ha recordado que la Consejería está potenciando al mayor la capacidad de resolución de todos los perfiles profesionales, aportando las herramientas y automatizando los procesos a través de la historia única digital, lo que contribuirá a disminuir la presión asistencial.
En este sentido, se está trabajando en el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para que faciliten la comunicación y la adquisición de los mejores resultados, con paso digital generalizado a los servicios por las personas con enfermedades crónicas y sus familias, el conjunto de profesionales y los sistemas sanitarios.
Finalmente, la consejera ha aludido a la importancia de la implantación del Plan Andaluz de Atención a la Cronicidad desde la innovación docente, contemplando la formación de profesionales y la educación sanitaria de la ciudadanía, así como originar innovación e investigación que ayude en la mejoramiento de las respuestas y de los resultados.