La Diputación de Toledo ha puesto en marcha el tesina conocido como «Down Naturaleza», con la asociación de Down Toledo, con el fin de formar a varios chicos en el ámbito de la plantación y ayudar a su futura integración profesional. «Las zonas verdes de la residencia necesitaban más cuidados, había partes del edén que estaban en mal estado y no se les podía dar ningún uso. A su vez, estos chicos estaban deseando cultivarse este oficio, en el situación de un tesina con el que todas las partes ganamos», asegura Daniel Arias, vicepresidente segundo y diputado de Bienestar Social, Clan y Mocedad de la Diputación de Toledo.
Este curso práctico que se ha ofertado para seis personas ya se imparte en los jardines y entorno natural de la Residencia Social Asistida San José. El alumnado se muestra satisfecho con los conocimientos adquiridos, del mismo modo que el profesorado, que destaca que «la implicación de los chicos es máxima y cuentan con una gran predisposición».
Se llevan a lengua unas jornadas de trabajo formativo que comienzan con clases, creación de herbario y estructura del plan de trabajo del día. Cumplido ese trámite comienzan a trabajar; algunos días limpian de hierbas los jardines, otros días plantan macetas o barren las hojas caídas.
Su objetivo es que durante estos meses puedan plantar un huerto y crear un semillero para poner en marcha todo lo aprendido durante los meses de duración del tesina.
Actualmente se encuentran trabajando en las zonas verdes de los alrededores del Módulo 5, una zona que llevaba abriles sin cuidarse por yerro de trabajadores. En una semana los chicos de Down Toledo han limpiado todas las hierbas y esperan comenzar a ajardinarla y cuidarla en las próximas semanas.
Es la primera vez que desde la Diputación de Toledo se pone en marcha un tesina con una asociación para que puedan trabajar en la Residencia Social Asistida San José, uno de los centros a cargo de la institución provincial.
Desde el radio de Bienestar Social, Clan y Mocedad esperan retornar a ofrecer a otras seis personas esta formación cuando finalice la que se está impartiendo. Los chicos de la asociación que participan, encima de cultivarse sobre plantación, perciben una retribución, participando así de un software con el que se ayuda a que se sientan realizados, a la vez que se reciben la formación adecuada en un determinado oficio.
Es por ello que «es importante que desde las instituciones demos este tipo de oportunidades a personas que lo necesitan. Podemos ayudarles a admitir formación profesional y facilitarles su posterior integración en el mercado profesional, poco que nos demandan mucho», insiste Arias.