El presidente en funciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ha sostenido que no es partidario de una amnistía “un tanto puntual” y sin consenso mayoritario, aunque ha sostenido que la “necesidad y urgencia” ” de los votos del expresidente catalán Carles Puigdemont.
«La amnistía debe tener presupuestos. Es una institución que puede ser legítima, pero creo que hay que tratarla con mimo”, afirmó Guilarte en una entrevista este miércoles en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, en la que planteó dos elementos sustanciales de la misma: que sea algo “que interese más de lo que perjudique”, es decir, que sea de interés general y, por otro lado, que haya consenso.
En el primer elemento, Guilarte asegura que “no es fácil” acreditar que se trata de una ley de interés general ya que, de ser así, “estaría en los programas del partido antes de las elecciones”.
«Tiene que haber cierto consenso, obedecer a una nueva renegociación del modelo territorial en su caso. Pero, en mi opinión, creo que no sería muy partidario de una amnistía un tanto ocasional y sin un consenso al menos mayoritario”, subrayó, recordando que “hay elementos detrás que pueden obligarla”, en referencia a la “necesidad y “urgencia” de los votos de Puigdemont para dar su apoyo a una posible investidura de Sánchez.
«Jurídicamente cabe todo, pero insisto, con unos presupuestos. Hay que analizarla, es una institución excepcional y hay que utilizarla con mucho cuidado, porque planteada directamente y sin otra justificación que la mera situación electoral parece más cuestionable”, subrayó.
Una dimisión en bloque
Preguntado por una posible dimisión en bloque de los magistrados del CGPJ para forzar su renovación, Guilarte la descartó ya que eso implicaría, según explicó, tomar una posición “política”.
«No tenemos la culpa de que no nos renueven. Estando en el cargo, además, es muy cuestionable. “No podemos dejar un sistema como el actual, con 200 personas trabajando, como un elemento de distorsión”, argumentó.
En esa línea, afirmó que en un supuesto caso en el que una dimisión en bloque aseguraría su renovación, “pues dimitimos”, dijo, aunque insistió en que se trata de un caso “irreal”.
«Cada uno tiene que asumir su culpa. Aquí la culpa la tienen el Parlamento y el Senado. No. Dos no se pelean si uno no quiere y yo no quiero entrar en el debate de la culpa política, que es lo que básicamente se pretende”, añadió.