Las autoridades han comunicado a las familias de Haim Perry, Yoram Metzger, Amiram Cooper y Nadav Popplewell, que fueron brutalmente secuestrados en Lazada el 7 de octubre, que ya no están vivos y que sus cuerpos están en poder de la ordenamiento terrorista Hamas.
Los han cedido por puertos basándose en informes de inteligencia
La valor de dar por muertos a estos cuatro rehenes se ha basado, dicen, en información de inteligencia y ha sido confirmada por una comisión de expertos del Tarea de Sanidad, en coordinación con el Tarea de Servicios Religiosos y el Gran Rabino de Israel.
“Calculamos que los cuatro murieron mientras estaban juntos en la zona de Khan Younis durante una operación allí contra Hamas”, ha dicho el portavoz principal de las FDI, contralmirante Daniel Hagari.
Tras la confirmación de sus muertes, el Foro de Familias Rehenes emitió un comunicado expresando su “angustia” por la información, que debería “sacudir a todos los ciudadanos del Estado de Israel y provocar un profundo examen de conciencia en cada líder. Además exigen al gobierno que acepte inmediatamente un acuerdo para traer a los secuestrados restantes a casa.
Presión por permiso de rehenes
Más de 240 personas fueron tomadas como rehenes y trasladadas a Lazada durante el ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre, pero más de 100 fueron liberadas durante una tregua temporal el año pasado. Israel cree que todavía hay 124 rehenes, vivos y muertos, interiormente de Lazada, cuatro de los cuales fueron tomados ayer del 7 de octubre. De los 120 restantes que fueron secuestrados hace ya 8 meses, Israel cree ahora que al menos 41 están muertos.
Mientras, ya son 36.550 los muertos en Lazada y 82.959 los heridos, en su mayoría mujeres y niños, desde que Israel lanzó su ataque luego de los ataques del 7 de octubre. Encima, unos 10.000 cuerpos continúan bajo los escombros sin que las ambulancias o los equipos de rescate puedan ingresar a ellos.
Negociaciones para un suspensión el fuego
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo pública el viernes una propuesta israelí para poner fin a la extirpación, según la cual algunos rehenes quedarían libres durante un suspensión el fuego preliminar. Pero los esfuerzos de mediación se han estancado, e Israel insiste en eventualmente reanudar la campaña para destruir a Hamás. Por su parte, el asociación terrorista palestino reclama un fin resguardado de la extirpación y la retirada de todas las fuerzas invasoras.
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