La Audiencia Provincial de Valencia ha revocado el sobreseimiento del caso tras estimar la apelación de dos acusaciones particulares. Una de ellas es la del hermano de la víctima. Según el automóvil de la audiencia a Nacho Vidal se le atribuye un conocimiento específico sobre estas ceremonias. Se establece que es Nacho Vidal quien dispone la dosis en una pipeta de cristal, sustancia que sacó el investigado de un mueble de su cocina. Prosigue el automóvil de la audiencia que el actor porno conocía la toxicidad de la sustancia.
“La secreto es quién trae la toxina y quién la administra”
Señala la abogada penalista Beatriz de Vicente que la imputación particular pretende que los hechos sean juzgados como un homicidio doloso pero la propia Audiencia dice que él no pretendía matar. Sí cree la letrada que se puede establecer que en el ritual se cometieron errores que llevaron al homicidio. “Hay vídeos que demuestran que intentaron ocultarlo todo”, señala la abogada.
Una de las claves del caso es quién trae la toxina y quién la administra. En la vivienda hay una cámaras que graban todo. Nacho Vidal dijo en su revelación que ya había capaz a la víctima de que no podía consumir cocaína en las horas previas al ritual. La víctima le dice a la hermana de Nacho Vidal, según mantiene Beatriz de Vicente, que el día susodicho tomó unas rayas de cocaína estando de fiesta. “La Audiencia dice que el consumo entre particulares es legítimo el problema es cuando tú invitas a otro y robas unos conocimientos que en sinceridad no tienes”, señala.
El abogado de la víctima cree que la responsabilidad de Nacho Vidal sobre la homicidio del fotógrafo es directa y él ha sido el autor y partícipe principal del fallecimiento. Su objetivo en el procedimiento es “que la masa vea que este tipo de rituales hay que rechazarlos y que se haga honradez”. Añade Beatriz de Vicente que la Audiencia está calificando el caso como un homicidio imprudente porque Nacho no quería esa homicidio pero han infringido el deber de cuidado y se manipuló la suceso. “Se piden 4 primaveras por homicidio imprudente y 3 por delitos contra la sanidad pública porque es una toxina que no podían manipular”, explica.