Meloni ha ido un paso más allá y ha decidido ser la imagen de la campaña de las europeas para su país. Aunque no ocupara ningún escaño, es la protagonista de los cárteles, anuncios y mítines, porque ella quiere entregar su tesina italiano en Europa mientras demuestra en su país que cada día tiene más apoyos.
Todas las encuestas dan a su partido, Hermanos de Italia, como triunfador en Italia. Podría obtener 66 escaños en el Parlamento europeo y son muy valiosos.
Von der Leyen, la presidenta de la Comisión europea que aspira a repetir
Cuando Giorgia Meloni fue elegida como primera ministra de Italia, la presidenta de la Comisión expresó cierto miedo. Era un país del G7 gobernado por la extrema derecha y Von der Leyen advirtió que estarían vigilando.
Con el tiempo, Meloni ha demostrado que sus soflamas antieuropeas son cosas del pasado. La pelea de Ucrania la obligó a posicionarse, tenía que estar a servicio o en contra de Putin y tomó la opción mayoritaria en Europa, apoyar a Kiev.
Von der Leyen y Meloni han sabido trabajar juntas y la presidenta de la Comisión ya no esconde que necesita a la italiana para sumar apoyos para ser nombrada de nuevo candidata de la Comisión. Por eso propone trabajar con ella.
La ultraderecha rebusca una gran alianza
La retórica antieuropea se redujo a la misma velocidad que se enfriaba su pasión por la que fuera una de sus ídolos: Marine Le Pen, líder de la ultraderecha en Francia. Ella asimismo aspira a conseguir buenos resultados en las elecciones europeas y quiere unirse a Meloni para crear una gran alianza de ultraderecha que haga voltear la política europea. Pero no será viable.
Ahora mismo cada una lidera un agrupación diferente en el Parlamento europeo. Hermanos de Italia, de Meloni, pertenece al agrupación Conservadores y Reformistas Europeos fundado originalmente por David Cameron; entre sus socios se encuentran el partido Ley y Conciencia de Polonia y Vox de España.
El partido de Le Pen está cercano con otro italiano, Salvini, en el agrupación de extrema derecha Identidad y Democracia. Aunque unidos tendrían mucha fuerza les separa poco esencia. Le Pen apoya a Putin y no sólo quiere dejar de despachar armas a Ucrania, cree que hay que hacer ya un acuerdo aunque sea a costa de que Ucrania renuncia a región.
Mientras todos quieren moverse con ella, Meloni no se pronuncia. Nadie sabe por cuál de los dos bandos tomará partido o si decidirá, incluso, moverse sola.
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