La Fiscalía rebaja a 23 años la pena a la joven que mató a su madre y convivió con el cadáver cuatro meses


La Fiscalía ha rebajado hasta los 23 abriles y medio de prisión la pena solicitada para la muchacha de 22 abriles que mató a su mamá en abril de 2020, cuando tenía 18, en una vivienda en la que residía en la entrada valenciana de l’Alcúdia de Crespins, tras urdir un plan adyacente a su entonces pareja. Era un momento en el que había restricciones sanitarias como consecuencia de la Covid-19 y uno y otro convivieron con el restos de la víctima durante poco más de cuatro meses.

Inicialmente el ocupación sabido pedía para la muchacha una pena de 30 abriles de prisión -25 por el delito de homicidio y otros cinco por un delito de robo con violencia en casa habitada, con la circunstancia perjuicio de parentesco- pero tras la confesión de la acusada y un acuerdo con la defensa, ha rebajado su petición casi siete abriles -20 abriles por el homicidio y tres y medio por el robo-. La incriminación particular, que representa a un hermano de la acusada, asimismo ha estado de acuerdo con esta reducción.

Así lo han expuesto las partes en el sensatez que se sigue desde este lunes en la Audiencia de Valencia en el momento de elevar a definitivas sus conclusiones e informes. La defensa de la muchacha, ejercida por las abogadas penalistas Isabel Carricondo y Laura Muñoz, había división previamente un acuerdo con las acusaciones a cambio de un examen de hechos.

Ahora será el grupo el que dictamine si la muchacha es culpable o no del delito de homicidio y del robo y, finalmente, la Audiencia fijará la pena correspondiente, que serían los mínimos establecidos por ley para los delitos imputados. En la sesión de este martes asimismo han ostensible delante el tribunal forenses y varios agentes que investigaron los hechos. No se ha podido determinar si la víctima estaba viva en el momento en el que su hija le asestó las últimas cuchilladas.

La muchacha afirmó, durante su manifiesto, que fue su pareja quien comenzó con la asalto aunque reconoció que finalmente ella cogió un cuchillo y se lo clavó a su mamá en el cuello: «Entré en shock. No sabía lo que hacer. Él me decía ‘hazlo, hazlo, hazlo’ y, al final, lo hice«, relató.

En esta causa asimismo había otro pronunciado, el novio de la muchacha, de 17 abriles en el momento del crimen. Al ser último ya fue chancillería y condenado por un Tribunal de Menores a la pena de internamiento.

Los hechos se remontan al 1 de abril de 2020 en una vivienda de l’Alcúdia de Crespins en la que residían la víctima y la acusada, de cuna búlgara. En un momento determinado, la muchacha, adyacente a su pareja sentimental, urdieron un plan para matar con la vida de la mamá.

La muchacha había tenido varios desencuentros con su mamá. Acordó adyacente a su novio matar a la mamá para poder estar juntos y hacer frente a las deudas de él por drogadicción.

Ese día 1 de abril, el novio acudió a la vivienda de la víctima adyacente a un cuchillo y tres barras de pan -estas últimas las llevaba para aducir, si le paraba la policía, que había nacido a la calle a comprarlas, poco que sí estaba permitido en ese momento de pandemia con numerosas restricciones-.

Una vez llegó al portal del edificio, el novio avisó a la muchacha para que abriera la puerta y subió. En el interior de la vivienda, cogió una botella de amoniaco y roció a la víctima, que estaba tumbada en el sofá.

Seguidamente, le golpeó en la cabecera y le asestó dos puñaladas. La mujer pudo levantarse y se dirigió malherida cerca de el pasillo, donde cayó al suelo. En ese instante, el novio volvió a coger otro cuchillo de la cocina y le volvió a pegar en la cabecera. La hija, después, le asestó asimismo varias cuchilladas y acabó con su vida.

La mujer falleció como consecuencia de un shock con cavidad del corazón. Los jóvenes dejaron allí su restos, le robaron dos tarjetas de crédito y se fueron al cajero para sacar efectivo. En total le robaron 6.200 euros entre el 1 de abril y el 4 de junio.

Los acusados convivieron con el restos de la víctima en la vivienda durante poco más de cuatro meses, hasta el 20 de agosto de 2020, cuando la Pareja Civil entró a hacer un registro en la casa tras la denuncia interpuesta por varias personas del entorno de los jóvenes. En ese momento la muchacha tenía intactas sus capacidades volitivas, es aseverar, que no presentaba anomalías mentales.

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