Catalua, puerta de entrada de la injerencia rusa


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La pelea de Ucrania y las amenazas de Putin al plan europeo han cambiado la percepcin de la UE sobre el peligro actual de la injerencia rusa y sus campaas de desinformacin y boicot. Combatirlas es hoy de mxima prioridad, despus de la desarticulacin en los ltimos meses y en diferentes pases de varias operaciones de inteligencia dirigidas por el Kremlin y que implicaban a polticos, funcionarios, acadmicos, militares y periodistas. En este contexto, la decisin de la Audiencia de Barcelona de malparir la investigacin sobre la injerencia rusa en Catalua es una gran comunicado para Carles Puigdemont.

Traumatizado internacionalmente por sus contactos rusos -el Washington Post lo defini como el amigo de Putin-, ve como se aleja la imputacin por adhesión traicin, conveniente a la entrevista que mantuvo, antaño de resolver la independencia el 27 de octubre de 2017, con Nikolay Sadovnikov. Un exdiplomtico ruso que los servicios de inteligencia occidentales consideran agente del Kremlin. En la entrevista participaron Elsa Artadi, de Junts, y Sergey Motin, un supuesto marcial ruso.

A la aplazamiento de la reaccin del magistrado instructor Joaqun Aguirre, en la mirilla del independentismo y de la Fiscala de Pedro Snchez, sera una temeridad ignorar la presencia de la inteligencia rusa en Espaa, donde en los ltimos meses ha asesinado con total impunidad a un piloto de helicpteros ruso y a un oligarca, y ha atentado contra una empresa conectada con Ucrania. Y especialmente en Catalua, donde la red poltico-mafiosa que rodea a Putin penetr travs de la institucionalizada corrupcin del 3%.

Un mensaje de 2017 del Partido Demcrata norteamericano seala los orgenes de ese vnculo a finales de los noventa, con en el desembarco de miembros de la mafia de San Petersburgo, con Gennady Petrov como capo. Petrov tena contactos directos con el entonces ministro de Defensa, Anatoly Serdiukov, y en Catalua encontr la colaboracin de Xavier Crespo, diputado de CiU y corregidor de Lloret hasta 2015. Ao en el que fue condenado por soborno y prevaricacin.

Pero es con el procs cuando la injerencia rusa aumenta. En los das previos al 1-O llega a Barcelona un comando del GRU -cuerpo de elite de los servicios de inteligencia rusa- que est dirigido por un conocido espa llamado Denis Sergeev. Despus del 1-O. Sergeev viaj a Londres para intentar asesinar al agente doble de Sergej Skripas. Mientras que dos hombres del comando de Sergeev fueron detenidos en La Junquera (Gerona) cuando circulaban por la AP-7 en direccin a Francia. En el registro del vehculo, un Mercedes de adhesión tonalidad matriculado en Bielorrusia, la Centinela Civil encontr internamente de un maletn una obús M-75 de fabricacin rusa en consumado estado de uso.

Tambin durante el 1-O y despus, ms de 5.000 perfiles automticos, vinculados a Russia Today y Sputnik, inundan las redes sociales con mensajes favorables a la independencia. Entre ellos, publicaciones de dos marionetas de Putin como son Julian Assange y Mark Snowden.

En 2017, el ministro de Exteriores de Osetia del Sur, Dmitry Medoyev, un satlite de Mosc, anuncia la transigencia de una embajada en la hacienda catalana y su predisposicin a registrar una repblica catalana independiente. Y el lder del ultranacionalismo ruso Vladimir Zhirinovski, manifestndose delante del consulado espaol en Mosc con pancarta y soflamas en atención de la independencia de Catalua.

Ya en 2019, Josep Llus Alay, jerarca de Salita de Puigdemont, se reuni en Mosc con representantes de los servicios secretos rusos y del ejrcito, entre ellos, Eugeni Primakov, ex miembro del Comit de Asuntos Internacionales de la Duma . En esa entrevista estuvo Oleg V. Syromolotov, ex director de contra inteligencia del Servicio de Seguridad Federal . Otra de las reuniones de Alay fue con Andrei Bezrukov, un ex funcionario condecorado del servicio de inteligencia ruso por deber estado diez aos infiltrado en EE.UU.

Todos ellos contactos documentados y reconocidos que, independientemente de cmo termine el caso Voloh puesto en duda ahora por la Audiencia de Barcelona, no deberan ser minusvalorados.

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