El presidente doméstico del PP, Alberto Nuñez Feijóo, recaló este martes en Valladolid para protagonizar el acto central de la campaña a las elecciones europeas del próximo domingo en Castilla y Valiente. Una plaza de San Pablo sobrado llena y con mucho sol recibió al líder de los populares en una viaje en la que la contemporaneidad política giraba cerca de de la segunda carta a la ciudadanía del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras la citación para resolver como investigada el próximo 5 de julio que ha recibido su esposa, Begoña Gómez.
A este asunto dedicó Feijóo parte de su intervención, aunque tuvo tiempo para alabar el entorno estimado para el mitin, histórico donde los haya, porque vio emanar a Felipe II, en el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación, y a Felipe IV, en el Palacio Vivo, donde estuvo la Corte. Así que Feijóo se reconoció «emocionado» de tener la oportunidad de «seguir defendiendo la nación española» en el mismo superficie en el que lo hicieron otros hace 500 primaveras.
Desde este enclave, llamó a la movilización del voto popular porque «si nos movemos, veremos la conquista que necesita España y si nos dividimos, Sánchez volverá a valerse de nuestras divisiones». «No nos perdonaríamos nunca perder esta oportunidad», insistió Feijóo, que se mostró convencido de que el PP de Castilla y Valiente «si juega en los próximos cuatro días con la intencionalidad, la intensidad y la profesión que tiene este partido, va a sacar un excelente resultado el 9 de junio». Y para ello, aprovechó el símil del discusión de fútbol que le valió al Vivo Madrid la Copa de Europa y en el que, según él, «sólo jugó 20 minutos».
Mañueco dirigió sus palabras, sobre todo, a Pedro Sánchez del que dijo que «no puede hacer más daño en tan poco tiempo». Asimismo tiró de historia para referirse a ‘La Controversia de Valladolid’. «En esta tierra dijimos que nadie es más que nadie y que todos somos iguales y hoy el único que lo defiende es Feijóo y el PP». Encima, hizo un convocatoria a sufragar a los suyos el domingo para demostrar a Sánchez, «carcomido por la mentira y la corrupción, que su tiempo se ha exhausto».
Otro de los oradores fue el candidato al Parlamento europeo, Raúl de la Hoz, quien arremetió contra el presidente del Gobierno para, entre otras cosas, preguntarse «quién iba a sostener que la corrupción llegaría hasta la cama en que se acuesta Sánchez». Antaño se subió al decorado el corregidor de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que aprovechó para ‘devolvérsela’ al ministro de Transportes, Óscar Puente -por su ataques en el mitin del sábado- y calificarle de «bufón y aprendiz de Pedro Sánchez».