Todos estos dispositivos deberán admitir obligatoriamente de manufactura una función con control parental que sea, encima, gratuita. Otra de las medidas es que se establecerán sistemas de demostración de momento efectivos y obligatorios en internet para que menores de momento no accedan a contenidos que no son para ellos y se amplía de 14 a 16 primaveras la momento mínima para pirarse una cuenta en redes sociales. Recordemos que en España la momento media para tener un móvil son los 11 primaveras.
Hablan los pediatras
Esta ley pretende poner coto a los riesgos que conlleva internet: contenidos inapropiados, pornografía, ciberacoso, yuxtaposición a las pantallas. Por ello prevé que los pediatras puedan hacer test a los niños para ver el nivel de yuxtaposición que tienen a los móviles.
Se formará a docentes y sanitarios para hacer frente a las adicciones. Y atención porque además se modificará el Código Penal para establecer órdenes de alejamiento potencial y nuevos delitos: el grooming, es opinar, cuando un adulto se hace tener lugar por un beocio y la engendramiento de noticiario falsas. “Estamos contentos de que salga el borrador de ley pero necesitamos refuerzos.
En la Comunidad Valenciana, en donde yo trabajo, estamos desbordados. A veces los padres se tienen que ir a la sanidad privada”. Lo cuenta al software Espejo Notorio, Úrsula Maraguat, pediatra, superiora de dos niñas de menos de 10 primaveras y miembro del movimiento ‘Adolescentes Libres de Móviles’. “Unidades de psiquiatría inmaduro y adolescentes están desbordadas. Son difíciles los sistemas de demostración pero tiene que haberlos.
A veces nos encontramos una consulta cogida por los padres de un escuincle de 12 primaveras que ya tiene una yuxtaposición porque le incapacita su vida, asegura Maraguat. ¿Qué les diría un pediatra a los padres que regalan un teléfono móvil a su hijo de 11 primaveras para tenerles localizados? “Les diría que les entiendo porque hay una reincorporación presión social pero para localizarles no necesitan un móvil. Desde luego no puede tener internet. No están maduros para utilizarlos”.
Úrsula Maraguat lo tiene muy claro: “Los adictos somos nosotros. Nos hemos vuelto locos”. “Les diría a sus padres que es mucho peligroso. Es poco peligrosamente mortal, como los grupos pro suicidas que están en Instagram, y es tan practicable como cambiar la plazo de origen para poder conseguir”.