La acusada se presentaba a sus clientas como médico jubilada y las atendía en su mismo domicilio de Gran Canaria. La silicona líquida que les inyectaba no está autorizada para rellenos dérmicos ya que no se reabsorbe y puede traer complicaciones para la lozanía.
“Desde que me pinché tengo picos de dolor cada cierto tiempo”
Espejo Manifiesto acento con Marta y Judith, dos afectadas por la mala praxis de esta falsa médica. Marta cuenta que casi 8 abriles luego de la intervención sigue sufriendo las consecuencias. Tras inyectarse silicona líquida, aunque ella pensaba que era ácido hialurónico, la mujer tiene heridas en los labios y ha desarrollado hipersensibilidad al frío y al calor. Tiene picos de dolor cada cierto tiempo. “Es una sensación horrible”, señala.
La falsa médica les dijo que era una doctora jubilada y les enseñaba el producto que les iba a poner ayer de inyectárselo. Les extrañaba que esta autodenominada doctora hiciera los servicios en una casa particular pero señala que les trataba con una “amabilidad y cercanía” que no hacía pensar que fuera una estafa.
Judith todavía fue víctima de las malas prácticas de esta impostora. Ella incluso llevaba a otras clientas y se llevaba una comisión por llevarle chicas. Conoce otras víctimas que se han pinchado en otras partes de la cara. La falsa médica le recomendaba pincharse en el culo, un consejo que hoy se alegra de no favor seguido.
La acusada se enfrenta a una pena de 30 abriles y 10 meses de mazmorra. Al inspector de Policía Serafín Giraldo la inculpación de imprudencia molesto le parece demasiado laxa porque lo ve más “como un delito doloso”. “Son 37 personas a las que se les ha quebrado una vida”, señala.