“Hola, marineros”. La invitación a la fiesta convocaba a los amigos al muelle a las 10:15 horas para una “misión” y una “ruta de exploración”. «Agradecemos la confirmación del número de tripulantes. “La capitana está deseando celebrar su octavo cumpleaños contigo”. Así dice un director general de la Consejo Insular de Menorca a los amigos de su hija. El lugar elegido fue el Lazareto, un islote protegido donde no se permiten eventos privados salvo contados casos especiales. Sin embargo, el pasado 2 de septiembre, Marta Febrer movilizó a personal de la institución insular para transportar hasta el islote a 65 invitados, entre niños y padres. Más tarde lo justificó diciendo que se trataba de una prueba piloto para permitir futuras excursiones escolares al lugar. Estos hechos, desvelados por ‘Diario Menorca’, han provocado su despido repentino.
La hasta ahora directora insular de Proyectos Sostenibles y Cooperación Local e Internacional, Marta Febrer, alegó que esta excursión se organizó con urgencia debido al interés de ofrecer la visita este primer trimestre del curso. Dijo que con la ayuda de los niños, todos amigos y familiares del propio Consell, pretendía “adaptar el recorrido y las explicaciones a los alumnos”. Además, le cantaron feliz cumpleaños a su hija, aprovechando que cumplió años unos días después.
Febrer negó que el excursión al lazareto Fue una fiesta de cumpleaños privada, a pesar de la invitación que ella misma le envió a través de WhatsApp, e insistió en que se trataba de “una prueba piloto” para incluir la visita guiada a este espacio histórico en el programa Salut Jove i Cultura del Consell.
Así se lo explicó a los trabajadores encargados del traslado y mantenimiento de este espacio protegido para poder trabajar ese sábado. Ese día, sin embargo, se presentó en el muelle con una tarta de cumpleaños y una vela -con el número ocho- que subió a la barcaza y llevó al bar Lazaretto, decorado para la ocasión, y donde se celebró el banquete.
El director despedido reconoció al citado medio local que no pagó los más de 400 euros que cuesta alquilar el bar porque estaba exento de la tarifa cuando se trataba de este simulacro. Pagó de su propio bolsillo la merienda que se ofreció a los niños a mitad de la ruta en señal de agradecimiento por haber participado en la prueba: unas bolsas de patatas fritas, fruta, coca cola, bebidas y la tarta.
«Estos comportamientos son intolerables.. Como servidores públicos debemos ser muy escrupulosos con la gestión que hacemos de los bienes que pertenecen a todos los ciudadanos”, lamentó el presidente del Consell Insular de Menorca, Adolfo Vilfranca (PP), que destituyó el jueves a Febrer “inmediatamente” por haber tenido problemas personales. El despido se ha formalizado este jueves y ha sido remitido “inmediatamente” para su publicación en el Boletín Oficial de Baleares (BOIB).