El Consejo Mundial de Pugilato (WBC, sus siglas en inglés) ha poliedro al quintanareño Antonio Collado la oportunidad de aspirar a un título muy prestigioso: ser el próximo campeón del mundo latino en peso voluble. Y la cita a ocho asaltos será el 29 de junio en el municipio madrileño de Campo Auténtico frente a otro castellano, Kevin Baldospino, un «deportista con mucha experiencia», afirma Collado.
Con 24 primaveras, al toledano sólo le mueve la trofeo para así poder soportar una pelea de estrellas a su pueblo, Quintanar de la Orden: «De ganarlo, me abriría la puerta para un combate de la WBA», la Asociación Mundial de Pugilato en castellano, «y me colocaría entre los quince mejores del mundo en mi peso». Con esas premisas sobre la mesa, asta el guantelete al concejo para que eche una mano: «Se podría organizar el próximo combate, el 16 de agosto, en Quintanar».
Ahí deja la propuesta mientras este luchador profesional sigue con sus entrenamientos a 130 kilómetros de distancia, en el estadio de su preparador en Rivas-Vaciamadrid, posteriormente de su posterior combate, el 18 de mayo. Sumó otro triunfo a su palmarés, jalonado con 15 victorias y una derrota, de la que no quiere susurrar. «No fue una derrota, fue una ultraje», sostiene.
Respaldo no le error. Como el de José Avalos Trillo, un forofo del lucha, que ha escrito algunas perlas sobre Antonio Collado Pedrusco, «el orgullo de Quintanar de la Orden», donde ha poliedro una clase importante. «El hombre que ha recogido los trastos pugilísticos» de Exuperio ‘Fred Galiana’ y «ha cambiado los llanos y campos de La Mancha por este apretujado Madrid» por una certeza: «Va a conservarse a límites insospechados adentro del lucha profesional». El 29 de junio, la festividad de los ‘Sampedros’, tiene la próxima prueba.