El descomunal circuito fortificado del Castillo de Vilar de Suburbio pone a prueba a todo arqueólogo que intente investigarlo, ya que es uno de los complejos arqueológicos más grandes de Ourense. El director de la intervención arqueológica, Martiño Xosé Vázquez, explica que se tiene que mover en un 4×4 “para ir de sondaxe en sondaxe, internamente do mesmo circuito arqueolóxico, porque senón perdo o día!”.
El arqueólogo de la empresa Solventa (Género Cooperativo Xeitura) daba entender de esta guisa las extraordinarias dimensiones de un veta que sorprende y pone al linde cada día a su equipo de trabajo. De momento, el trabajo de los arqueólogos permite aclarar un esquema caudillo de lo que fue sucediendo en este veta localizado en el borde de la antigua olvido de Antela.
Hallazgos
Los resultados señalan que la enorme muralla exógeno, de casi dos kilómetros de tamaño, fue construida entre los siglos XIII-IX a.C., en plena Existencia del Bronce, convirtiéndose en la primera fortificación de esta escalera documentada en Galicia, con dimensiones para ese período hasta ahora solo conocidas, en la Península Ibérica, en áreas mediterráneas.
En la zona superior del circuito se documenta un castro de murallas monumentales, donde aparece encima los testigos de una intensa y corta ocupación romana, posiblemente marcial, vinculada a los primeros momentos del dominio romano sobre A Limia, en el siglo I d.C.
A mayores, además pueden existir evidencias de minería y aún tiene que aparecer un castillo medieval que figura, con mucha claridad, en la documentación de la época.
El esquema comenzó en 2018 cuando una pareja de investigadores estaban a la búsqueda de recintos altomedievales usando la ayuda de una teledetección y opuesto unas grandes murallas. Martiño Xosé Vázquez explica que su equipo estaba ya trabajando en la puesta en valía de otro veta en Vilar de Suburbio, pero cuando se enteraron, se pusieron manos a la obra.
“Deseñamos unha estratexia de sondaxes tanto nesa muralla exógeno como noutros puntos do xacemento para valorar o que alí había”, explica el director. Las intervenciones se van sucediendo desde entonces, con un equipo hoy en campo, coordinado por el arqueólogo Manuel García Angla. En 2021 se practicó la primera, repartiéndose los sondeos con distancias mismo de un kilómetro entre ellas. El objetivo era calibrar a que se enfrentaban en un circuito tan amplio.