Los encuentros de Isabel Díaz Ayuso con portavoces parlamentarios a principios de semana, en los que brillaron la cortesía, la cordialidad y las buenas palabras, fueron un espejismo. La Asamblea celebró ayer su primer pleno del año político con las pilas bien cargadas y la tensión política por las nubes. “No te vamos a dar los cien días de cortesía”, advirtió Mónica García a Isabel Díaz Ayuso. Y para demostrarlo, acusó al presidente de tener un gobierno “muy verde”, de negacionista del clima y sexista y de uno de los grandes perdedores de las elecciones generales del 23 de julio. Esto como una primera acogida. Ayuso respondió que sus asesores serían verdes, pero a ella, Mónica García, le habían puesto “la cara roja” en las urnas. “Les ganamos por un millón de votos”.
Ayer se confirmó en Vallecas que la política nacional y las tensiones que de ella se derivan seguirán muy presentes en las Cortes de Madrid. El portavoz socialista, juan lobatoAdvirtió a Ayuso que tendría que elegir entre sus “números” nacionales o anteponer los problemas de los madrileños. “Si optan por las leyes, en lugar de las de Madrid, me tendrán con una oposición frontal en este Parlamento”.
Pero la presidenta regional no piensa cambiar de línea, entre otras cosas porque, según recordó, los privilegios de los nacionalistas y las negociaciones de Sánchez con los independentistas afectan directamente a los madrileños: “Le cuestan dinero a Madrid”.
La noche anterior, el Grupo Popular había presentado dos propuestas no legales, contra la amnistía y a favor de la igualdad de los españoles ante la ley. El socialista Lobato aún no se pronuncia sobre una posible amnistía porque, según subraya, “no existe nada parecido” todavía.
Nombramiento en el Senado
Pero el portavoz del PSOE sí aprovechó la sesión de control en la Asamblea para subrayar que la Constitución no se moverá ni un milímetro: “Tengo muy claro lo que está bien y lo que está mal, y si quieres hablar de Constitución, Cataluña “Si quieres seguir con Aznar haciéndole la cama a Feijóo, estaré encantado y esperándote en el Senado, para hablar de estos temas allí. Pero aquí en Madrid tenemos que hablar de Madrid”, advirtió Lobato.
Pero Ayuso no se inmuta, porque para la presidenta hablar de Madrid es hablar de España, y viceversa. No se puede disociar una cosa de otra. “Si hablamos de Madrid tenemos que hablar de lo que está pasando a nivel nacional”, explicó. Y lanzó uno de sus titulares del día: “Estamos a dos tardes de que Bildu nos llame terroristas”, en vista de cómo todo se está “torciendo” en el debate político nacional. Y eso, confesó, le preocupa.
«Lo que pasa en Cataluña lo pagamos en la Comunidad de Madrid y eso es lo que me molesta. Un madrileño lo tiene mucho más difícil en Cataluña que un catalán en Madrid, simplemente porque tiene apellido castellano. “Siempre será charnego, de segunda, simplemente por ser español y no querer dejar de serlo”, lamentó. Y ya lanzada, denunció que permitir el uso de lenguas cooficiales en el Congreso es otro atentado a la convivencia. .
“Los que estamos en la capital diremos no al nacionalismo, no a la xenofobia y no a lo que está pasando en Cataluña”, ha subrayado Ayuso.
Mónica García, quien funge como jefe de la oposición por haber obtenido seis mil votos más que Juan Lobato, no se anduvo con rodeos y fue un mano a mano desde el primer minuto. “Sus tesis, las más negacionistas y retrógradas, son las que salieron a la luz el 23 de julio”, espetó a Ayuso. Para el portavoz de Más Madrid, el 28 de mayo, día de las elecciones autonómicas en las que el PP ganó por mayoría absoluta, no existe. Su referencia es el 23 de julio, día de las elecciones generales.
Ayuso aceptó la pelea. Recordó a García que su partido está representado por “la dama de hierro”, en referencia a Yolanda Díaz, y que ha guardado silencio elocuentemente sobre la reducción de la pena de un condenado de la Jauría, por el ‘sólo sí’. ley. “Es sí”, y también ante la noticia de que un maltratador condenado se ha aprovechado de la ley Trans para declararse mujer y pedir el indulto. “No han dejado de utilizar a las mujeres, pero no les importa el feminismo y el ambientalismo”.
Con un papel más irrelevante, Vox debutó ayer con una iniciativa para bajar medio punto el IRPF, en su apartado autonómico, con efectos a partir del 1 de enero. Ayuso recordó con cierta alegría Monasterio del Rocío que ya no tendrá la capacidad de bloquear nada. El PP, dijo, lleva 17 años bajando impuestos y ahora su propuesta inmediata es una ley de incentivos fiscales para los inversores extranjeros. “Se hace cuando es posible”, advirtió el presidente. Los populares se abstuvieron en la propuesta de Vox, que no pudo salir adelante.