Una disputa por dinero, documentación y las llaves de una vivienda en Alicante acabó derivando en el cruel secuestro de un joven de 18 años, por el que sus captores pidieron incluso una rescate de 30.000 euros. Durante quince horas, sus torturadores, una mujer de 81 años y su hijo de 40, todos ellos de nacionalidad argelina, lo sometieron a sufrimientos “constantes e innecesarios” hasta su muerte.
Un calvario que, además, fue documentado gráficamente en redes sociales a través de fotografías y vídeos que los presuntos secuestradores enviaron a la familia de la víctima y que informaron al Consulado de Argelia en España. En estas imágenes se veía al joven en condiciones deplorables y tumbado boca arriba en el suelo, con el rostro cubierto con una fregona, sangrando y muy magullado, según han confirmado fuentes de la Policía Nacional.
Dos investigaciones policiales paralelas Permitieron la detención de la anciana octogenaria y su hijo. El primero, el aviso de un posible secuestro de un ciudadano argelino en Alicante y, el segundo, la alerta de un equipo del SAMUR que había acudido a un domicilio para tratar a un hombre con numerosas heridas sangrantes y cortes por todo el cuerpo.
Cuando los agentes llegaron al lugar y observaron la escena no tuvieron dudas: se trataba de un crimen de carácter “extremadamente violento”. Fueron testigos de un hombre tendido en decúbito supino en el suelo, inconsciente y gravemente herido con laceraciones por cortes y hematomas visibles en todo el cuerpo, quien era asistido por servicios médicos.
Junto a ellos se encontraban dos personas más, una mujer y su hijo, quienes manifestaron que eran conocidos de la víctima y que lo habían encontrado en ese estado, por lo que llamaron a los servicios de salud. En ese momento comenzaron a sospechar que no eran sus amigos y que había algo más detrás de ellos.
Un delito de carácter “extremadamente violento”
El hombre de 40 años dijo a la policía que estaba disfrutando de las vacaciones con su madre. Respecto a los hechos, afirmó que su amigo la víctima, junto con otros cinco sujetos, le habían robado el dinero y otras pertenencias el día anterior y que, después de haberlos reclamado, su ‘amigo’ lo llamó por teléfono de madrugada para devolvérselo. . También explicó que había dos hombres más, desconocidos, e incluso brindó el nombre de un potencial sospechoso, hasta que finalmente en la tarde encontraron a la víctima herida en el suelo.
Cuando la investigación policial continuaba con el relato aportado por los presuntos captores, otras dos personas acudieron a comisaría a denunciar que habían visto las imágenes de la tortura en las redes sociales y que estaba secuestrado. En ese momento dieron una descripción que coincidía con la del hombre que se encontraba en la casa y que horas antes había dicho a los agentes que no sabía nada y que había encontrado a la víctima en ese terrible estado.
Así, la investigación se entrelazó y se estableció la conexión entre ambos hechos hasta la detención del sospechoso. Posteriormente, cuando acudieron al domicilio donde se realizaron las torturas, encontraron a la madre limpiando la sangre del suelo con un trapeador para eliminar cualquier tipo de prueba incriminatoria contra ella y su hijo, y también fue detenida.
El desenlace fue comunicado desde el hospital a la Brigada de Policía Judicial la tarde del día siguiente del ingreso de la víctima al hospital. Aproximadamente veinticuatro horas después, la víctima murió en el hospital debido a uno de los golpes que había recibido en la cabeza.
Según reveló la autopsia, un fuerte traumatismo provocado por un golpe en la cabeza con un objeto contundente fue la causa de su muerte y el motivo por el que prácticamente fue ingresado en el hospital. Muerte cerebrallo que provocó que la víctima sufriera una hemorragia cerebral y un edema, provocando una insuficiencia orgánica múltiple.
Discusión por robo de dinero y documentos
La totalidad de las investigaciones, junto con la toma de declaraciones de testigos relevantes para la finalización de la investigación, permitió a los agentes de la Policía Judicial establecer una hipótesis concreta sobre cómo pudieron haberse desarrollado los hechos.
Todo parece indicar que la víctima y el detenido Discutieron durante dos días por un posible robo del primero al segundo de su dinero y documentación, además de las llaves de la vivienda donde vivía con su madre, aparentemente distinta a la escena del crimen. Testigos presenciaron cómo en una ocasión, el detenido lo regañó violentamente para que los devolviera, sin embargo, la víctima no le dio importancia al hecho.
Los detenidos, ambos de nacionalidad argelina, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Alicante, acusados de los delitos de asesinato, secuestro y delito contra la intimidad. Entrada inmediata a prisión provisional para el hombre, mientras que la mujer fue puesta en libertad tras su comparecencia ante el tribunal.
El hecho tuvo lugar el pasado 7 de septiembre. La investigación, finalizada en apenas dos días, ha sido desarrollada y coordinada estrechamente por el Grupo de Homicidios de la UDEV y el Grupo Primero de Delincuencia Organizada, ambos dentro de la Brigada de Policía Judicial Provincial de Alicante, que han contado con la colaboración de los Grupos de Respuesta Operativa de la Comisaría Central de Policía de Alicante y la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Alicante.