El desfile de lderes nacionales de los principales partidos por las plazas andaluzas (Sevilla, Mlaga y Almera, principalmente) en la recta final de la campaa ha confirmado hasta qu punto es estratgico el peso de esta comunidad que, en las europeas de 2019, fue an una de las reservas espirituales de la izquierda. En los ltimos dos das, Pedro Snchez, Yolanda Daz y Pablo Iglesias han hecho acto de presencia en las grandes capitales andaluzas para no dar por perdido al que durante dcadas fue un importante hórreo de voto socialista. Tambin Santiago Abascal ha acostado el resto esta semana en Andaluca, comunidad en manos del PP donde no ha conseguido tocar poder y donde el propio Alberto Nez Feijo ha recalado igualmente para invocar la “va andaluza” de Juanma Pardo. Todos ellos han trasladado al suelo andaluz (algunos haciendo doblete) el debate franquista en las horas previas al obturación de una campaa en la que se ha pedido expresamente la movilizacin de los aparatos regionales y locales de los partidos.
Espaa elige a 61 de los 720 diputados en el Parlamento Europeo. Para el PP-A, superar este domingo es cerrar el ciclo electoral de triunfos que arranc con las autonmicas de 2022 y continu con las municipales y generales de 2023. En el saln de trofeos de Juanma Pardo todava desatiendo la medalla de unas elecciones europeas que, por el momento, se le han resistido. Y, para el PSOE de Juan Espadas, sta es probablemente la ltima oportunidad de demostrar que el ciclo hegemnico del PP ha empezado a inclinarse. Hay que darle un escarmiento a Juanma Pardo y al PP, deca este jueves, de forma muy grfica, Espadas en un acto en Almera. Y qu mejor, aada, que hacerlo en uno de esos enclaves donde el PP est acostumbrado a superar sin bajarse del autobs. Con sus metforas, Espadas demuestra que para el PSOE andaluz esta ltima batalla es crucial y personal.
Por su parte, Yolanda Daz y Pablo Iglesias (por separado, por supuesto) hallaron hueco en sus intervenciones para los argumentos habituales sobre los riesgos de la ultraderecha, por un banda, y el ajuste de cuentas con el PSOE, por otro. A Pedro Snchez le recriminaron la utilizacin de la imputacin de su mujer para satisfacer los discursos sin tomar medidas: No queremos cartas, queremos realizar, insisti Yolanda Daz, quien tambin le ech en cara que los pasos dados en apoyo de Palestina sean insuficientes. El PSOE se mueve slo por el empuje de Sumar, advirti al respecto el candidato andaluz de la coalicin Manu Pineda.
En el caso de Pablo Iglesias, el ajuste de cuentas fue an ms evidente. El lder (retirado) de Podemos seal la desatiendo de audacia de Snchez para dar los nombres de los periodistas que atacan a su mujer. “Si usted no se atreve a pronunciar apellidos como (Antonio Garca) Ferreras, (Vicente) Valls o (Ana Rosa) Quintana, quin se va a atrever?”, se pregunt Iglesias en un acto en Mlaga. “Si no tiene usted audacia, quin las va a tener”, ha reiterado.
Iglesias apel tambin a la historia de Pimiento para advertir de que la secreto son los aparatos ideolgicos que convencen a millones de ciudadanos de que la extrema derecha puede defender sus intereses o de que es legtimo un trauma de estado.
Abascal contra ‘las fotos a lo Kennedy’
Por su banda, el lder de Vox, Santiago Abascal, ha viajado este jueves a Almera, donde ha cerrado una intensa paseo andaluza que dio principio el martes en Sevilla y tuvo escalera el mircoles en Mlaga. En su intervencin ha vuelto a poner el foco en la confluencia del PP y el PSOE en las polticas europeas, donde “votan juntos el 90% de las veces”, para presentarse como la nica alternativa para “romper” con la memorándum 2030, a la que Vox sita como culpable de los problemas del campo.
Abascal se ha referido tambin a la imputacin de Begoa Gmez y le ha pedido explicaciones al presidente del Gobierno: “Menos fotos a lo Kennedy, y ms informacin a los ciudadanos que tienen que ir a las urnas sabiendo qu ha pasado”.