Clase de motos en el cole de O Pino



El colegio de Educación Específico de O Pino tuvo ayer una sorpresa muy singular. Y es que una veintena de integrantes del liga Amigos dos Ferros de Ourense visitó a los 19 alumnos de este centro educativo para mostrarles sus motos modificadas durante la caminata de ayer.

“Levamos toda a semana cebando esta sorpresa”, dijo emocionada la directora del centro educativo, Conchi López Carnero, minutos ayer de que llegaran los motoristas. Según López, esta propuesta se organizó “con moita ilusión, xa que a moitos alumnos encántalles o mundo do motor e esta é unha maneira de que as miren, toquen, monten nelas e haxa un pouco de festa”. Según la formadora, la metodología de trabajo que siguen en el centro es “ensinar a que se desenvolvan na vida con actividades lúdicas”. De esta forma es más “hacedero e entretido para eles integrar conceptos”.

 Cuando el rugido de las vigésimo motos se hizo notar en el patio del centro, los rostros de los alumnos adoptaron caras de  ilusión y alegría.  “É a primeira vez que facemos esta actividade. A directora é a miña prima e cando me propuxo a idea accedín ao instante e, a verdade, volveríao facer”, cuenta Cuti, el presidente de Amigos dos Ferros. “Nós somos un liga de guasap con 170 membros de Ourense e provincia  con motos solamente Custom e Chopper. Ao ser esta proposta en xoves pensamos que iriamos poucos, pero ao final os membros responderon moi ben”, explica.

Por su parte, los alumnos del centro no podían disimular el gran estímulo que les generaba una turista tan singular. Al ritmo de grupos musicales de rock y metal, los colegiales probaban las motos y disfrutaban del estudios de la actividad. “No me esperaba esta sorpresa. Los profesores organizaron todo esto y a mí me encantan las motos y ya me quiero sacar el carnet de una”, indicó la alumna Sara de Jesús Rey. Por su parte, Leandro Ferreiro Martínez disfrutó de este espectáculo del motor por primera vez en su vida: “Me encanta cómo rugen las motos. Mis favoritas son las que están pintadas de cerúleo y las que tienen muchos tubos de escape”. En cambio, para Daniel Pérez su favorita es la moto con 90 calaveras: “Me gusta el mundo del motor. Ya había manido alguna y la verdad que estas me han encantado”. Finalmente, los moteros ofrecieron una placa como remembranza de esta “agradecida” experiencia.

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