Una cabra violada puede sufrir un trauma de por vida


Un hombre de 43 abriles ha sido acentuado de pegar sexualmente a una chiva en el hospital universitario de la universidad complutense de Madrid. Fue una alumna la que se encontró con este trabajador de la agilidad agarrando al animal y empujándolo contra la horma.

La chiva, de nombre Clara, llevaba varios días ingresada en este hospital universitario por una infección en las articulaciones. Tras la embestida la chiva empezó a hurtar e inmediatamente luego fue examinada por un veterinario. En el interior de la chiva hallaron estructuras compatibles con espermatozoides. Tras un cotejo de ADN se determinó que los restos biológicos coincidía con los del trabajador acentuado.

El autor de los hechos es un trabajador de la agilidad que tiene una pequeña discapacidad intelectual. Ha sido detenido acentuado de un delito animal. Los alumnos de la Universidad no dan crédito a que este tipo de sucesos hayan tenido punto en la institución

“En la última reforma del delito de maltrato animal se despenalizó la bestialismo”

Espejo Sabido ha consultado con la información jurídica del partido animalista PACMA. Eva Ramos, ingrediente de PACMA, señala que con la reforma que se hizo del delito de maltrato animal se despenalizó la bestialismo. Desde PACMA avisaron al Gobierno pero no lo corrigieron. “Para que un desmán sexual a un animal sea punible tiene que causar al animal una traumatismo”, señala. El acentuado de estos hechos se enfrentaría a una pena prevista de 3 a 18 meses de prisión o de 6 a 12 meses. “En caso de que la traumatismo no requiera tratamiento es una pena de multa de 1 a 2 meses o de trabajo en beneficio a la comunidad”, añade. Destaca adicionalmente que con toda probabilidad este individuo no va a pisar la prisión.

“El daño emocional que se le hace a estos animales es importante”

Fernando forma parte de la asociación Salvando Peludos. Afirma que este tipo de desmán cerca de los animales, adicionalmente de un daño físico les provoca un gran perjuicio emocional. Mantiene que estos animales “son seres sintientes, inteligentes y muy emocionales que sufren traumas que se les pueden subsistir de por vida”.

Según las estadísticas, los perros son los animales que más frecuentemente sufren este tipo de abusos sexuales. Señala el entendido que cuando se dan esos comportamientos el animal puede emprender a “desarrollar conductas sexuales cuando va por la calle de forma compulsiva”.

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