«Eso me lo decís en la calle»


El entendimiento celebrado este viernes en Salamanca por la crimen de la pipiolo ciclista Huella Domínguez, que perdió la vida el pasado año al ser arrollada por un camión, ha vivido momentos de tensión entre los allegados de la fallecida y el conductor del transporte que provocó su crimen. A la sala han podido hacer un número escaso de personas, mientras que fuera se han concentrado amigos y familiares de la pipiolo para exigir conciencia.

Una vez escuchados los testigos y al encausado, el Empleo Fiscal y la imputación particular han mantenido sus peticiones de máxima pena por un delito leve de homicidio por imprudencia menos moribundo. En concreto 5.400 euros de multa y 18 meses de privación de carné de conducir. Los dos han considerado probado que «no es el deslumbramiento la causa del contratiempo, sino no resumir la velocidad como aconsejan las normas de tráfico y es igualmente una infracción moribundo no resistir el parabrisas del transporte desinteresado«.

Por ello, han optado por solicitar la «pena máxima que permite el 142.2 del Código Penal en casos de imprudencia menos moribundo», aunque han agradecido que en este caso está muy «próxima a la imprudencia moribundo». Mientras, la defensa ha reclamado la «absolución por imprudencia leve».

Tensión

Ha sido casi al finalizar la pinta cuando en su extremo turno de palabra el perceptible, B.G.H., ha asegurado que no había ofrecido las «condolencias» a la comunidad ayer porque quería hacerlo cuando se tenía «que hacer», frente a lo que varios familiares de Huella han comenzado a proferir insultos como «dañino» y «borracho», al tiempo que pedía a gritos «conciencia».

En presencia de estas palabras, y mientras aún estaba de pie delante del togado, el perceptible se ha entregado la reverso y ha espetado: «Eso me lo decís en la calle». Mientras los familiares de Huella han sido desalojados de la sala de vistas, se ha producido un nuevo enfrentamiento entre ellos y el perceptible que, anejo a su hijo, ha negligente el ocupación por una puerta adjunto.

Durante el entendimiento, el encausado ha mantenido la interpretación de que no vio a la pipiolo y que el ocupación del contratiempo «es un punto sombrío de conducción» y ha puntualizado que no es camionero, sino que estaba probando el transporte que acababa de reparar, informa Ep.

En concreto, restauró «el inyector» y salió a probarlo diez minutos, como viene haciendo «desde hace 25 abriles». Para argumentar que no vio a Huella ha dicho que «iba con la mano izquierda tapando el sol. Sentí un ruido metálico al nacer a coger la curva y pensé que se ha soltado poco porque nos ha pasado muchas veces. No frené ni esquivé, quizá levanté el pie al notar el ruido, pero es porque no vi falta«, ha añadido.

En su testimonio, el perceptible todavía ha explicado que se guiaba por las rayas del suelo, así que «iba por el carril seguro». «Dejé el camión en la puerta del taller y le dije a mi hijo, he oreja un ruido extraño, creo que he perdido poco«, ha alegado.

Regreso al ocupación

Sobre la reverso al ocupación de los hechos seguidamente al atropello, el perceptible ha agradecido que volvió pensando que se le había caído poco que podía provocar un contratiempo. «Vuelvo con una furgoneta porque era más pequeña y más rápida. Si hubiera sabido lo que había hecho, hubiera parado«, ha agradecido.

Por su parte, uno de los guardias civiles que acudieron al ocupación e investigaron los hechos ha público como declarante y ha asegurado que el camión se desplazaba a una velocidad entre 54 y 60 km/h, cuando el tramo está acotado a 60 km/h. «No se aprecia reducción de velocidad en el camión», ha indicado. Por otra parte, ha asegurado que no había huellas de frenado en el ocupación de los hechos, ya que se aprecia una disminución de la velocidad tras el rebelión, no ayer.

Sobre el deslumbramiento que alegaba el perceptible, el declarante ha asegurado que el sol «entraba por la parte derecha de la calzada, no anterior, que es el más peligroso« y ha añadido que »frente a un deslumbramiento hay que aminorar la velocidad e incluso detenerse«. Ha indicado, adicionalmente, que Huella circulaba de forma adecuada con la luz roja trasera encendida y que ésta se puede ver «según homologaciones a 2 kilómetros» de distancia.

En cuanto a su percepción tras realizar la reconstrucción de los hechos al día próximo en el mismo transporte, hora y ocupación, el pelotón civil ha asegurado que «debió verla a pesar del deslumbramiento, y más con la luz roja« ya que el conductor que iba detrás del camión, que todavía ha público en el entendimiento, la vio a quinientos o seiscientos metros ayer. «Si él la vio, entendemos que el conductor del camión todavía», ha concluido.

Al finalizar la sesión, el exciclista profesional y padre de la fallecida, Juan Carlos Domínguez, ha rechazado que haya retractación por parte del conductor que atropelló a su hija.

Indignación

«Hace un mes y medio ha entregado positivo en un control de alcoholemia al venir de una cena, así que mira…«, ha explicado a los medios presentes a la salida de la pinta en declaraciones recogidas por Europa Press.

El vallisoletano, que ha mantenido la entereza durante todo el proceso, ha asegurado salir «indignado» por no acaecer podido «investigar muchas cosas» ya que el perceptible solo ha respondido a las preguntas del togado y su abogado.

«Él solo ha contado que pensó que se le había caído una cámara», ha proseguido, pero «que se te caiga poco no suena igual que machacar una biciclo y producirse por encima de una persona«, ha subrayado Domínguez, que adicionalmente ha escrito que «por el espejo retrovisor tuvo que verla».

Por extremo ha innovador que seguirán «peleando» por el «desidia del ocupación», luego de que el camionero no parara y regresara media hora luego. «Huella nunca lo habría dejado así y no lo haremos», ha sentenciado el padre de la ciclista fallecida.

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