La propietaria de Touro destaca su labor de tratamiento del agua ácida de la mina


La productora de cobre Centinela Mining ha presentado este viernes su Referencia de Sostenibilidad de 2023, en el que hace comprobación, entre otras cuestiones, de las labores llevadas a punta para la rehabilitación de los pasivos ambientales heredados de la explotación de la mina de Touro (La Coruña) el siglo pasado, inactiva desde 1987. La empresa, que posee un 10% de Cobre San Rafael S.L. –propietaria de la explotación y encargada del incremento del tesina– con un acuerdo de adquisición de hasta el 80% a medida que se vayan cumpliendo determinados hitos, destaca así las labores en el tratamiento de las aguas ácidas de la zona, evitando su despojos a los cauces naturales, y el software TERRAS, con iniciativas sociales y medioambientales en colaboración con entidades locales. Es, indican, parte de su compromiso por resistir a punta una minería responsable que impacte positivamente en el entorno y en todas sus partes interesadas en un tesina que, indican, cuenta con una Política de Mandato Minera Sostenible y que en 2022 recibió la certificación UNE 22480:2019, norma española para un sistema de dirección minero-metalúrgico sostenible.

«Evitar cualquier impacto hostil en el entorno, abarcando aspectos medioambientales, sociales y culturales» es el «objetivo primordial» de Cobre San Rafael, indican, «firmemente decidida» a resistir a punta proyectos mineros de forma sostenible. Como parte de su compromiso con la regeneración ambiental, el documentación refleja que en 2022 se invirtieron 2 millones de euros en la construcción de una nueva periodo depuradora de aguas residuales (EDAR), con el objetivo de corregir la calidad de las aguas de la zona, acidificadas como resultado de la explotación de la mina entre las décadas de 1970 y 1980. Desde su puesta en marcha, destacan que ya se han tratado 1,6 millones de metros cúbicos, evitando así su despojos a cauces naturales de la comarca –concretamente, a los arroyos Portapego, Felisa y Barral-Angumil). Esta rehabilitación de los pasivos ambientales heredados ha permitido, aseguran desde la empresa en su Referencia de Sostenibilidad de 2023, «mejorar considerablemente» la calidad de los ríos Brandelos y Lañas, que «desembocan en el río Ulla en condiciones óptimas, como corroboran numerosos informes con examen acreditados«.

La EDAR, explican, estaba contemplada en la propuesta flamante del tesina, pero «Centinela se ofreció comenzar la obra antiguamente de la nueva Evaluación de Impacto Ambiental para demostrar su filosofía de funcionamiento y las ventajas de los sistemas de explotación modernos«. Actualmente funciona en un circuito cerrado en el interior de la mina.

Encima, «en el plano de compromiso social», Cobre San Rafael ha mantenido abierta una confín de diálogo con los grupos de interés del tesina para seguir impulsando su software TERRAS –siglas de Transparencia, Ética y Autentica Responsabilidad Ambiental y Social–, en tres ámbitos principales: medio concurrencia, sociedad y progreso. Entre las iniciativas llevadas a punta en el ámbito de este software, hubo acciones formativas, de promoción de la lozanía a través del deporte, de colaboración con entidades locales centradas en la biodiversidad, y de investigación medioambiental con entidades científicas, indican, como el CSIC o la Red de Estaciones Biológicas de la Universidade de Santiago de Compostela, entre otras. Su objetivo, aseguran, no es otro que «examinar, patrocinar y colaborar con diversos proyectos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del departamento».

En proceso de producción de permisos

El tesina de la mina de Touro-O Pino, que Centinela prevé que será su segundo activo esencia, se encuentra actualmente en el proceso de producción de permisos. A día de hoy, explican que ya se han cumplido con éxito los parámetros exigidos por Augas de Galicia, y en marzo e 2023 se presentó a la oficina el tesina definitivo para tramitar la solicitud de vertidos a un cauce natural –el riachuelo Rego Pucheiras–, que actualmente está en etapa final de tramitación. Su producción anual, según el estudio de viabilidad llevado a punta en 2028, rondaría las 30.000 toneladas métricas de cobre, con unas reservas contenidas de aproximadamente 390.000 toneladas y una vida auténtico de más de 12 primaveras.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *