El obturación del Partido Popular en Valencia resultó el mitin más multitudinario de toda la campaña, con permiso de la concentración de la Puerta de Alcalá del pasado 26 de mayo. Aproximadamente de 5.000 personas arroparon a Alberto Núñez Feijóo y Dolors Montserrat, acompañados por la plana longevo del PP doméstico y de la Comunidad Valencia. Un prueba de la fortaleza con la que los populares llegan a la cita del próximo domingo, en la que hay mucho más en deporte que unos cuantos asientos en el Parlamento Europeo.
Lo confirmaba el propio Feijóo, quien advirtió que lo que ocurra «el domingo no bastará, pero sin el domingo no vamos a conseguir el cambio político en España». Un cambio político que pasa por presentarse a las urnas y no «acostumbrarse a estas frivolidades de tratar a un país como si fuese un país ahíto de populismo».
Adicionalmente de repasar todas las medidas anunciadas durante la campaña -reducción de burocracia en el sector agrícola y cabrero, ayudas a las familias y los jóvenes o un plan europeo del agua-, el gallego habló de la seguridad y de fronteras. «Una cosa es la inmigración procesal y otra es la inmigración ilegal que son totalmente distintas», señaló entre aplausos.
El Gobierno de Sánchez y la corrupción que le salpica ocuparon buena parte del discurso de Feijóo, que acusó a los socialistas de no distinguir entre los poderes del Estado. «Cada vez que tiene un problema con el poder procesal intenta silenciarlo, calumniarlo, injuriarlo y ningunearlo», advirtió.
Por su parte, Carlos Mazón reivindicó la «Europa que se ha empezado construyendo en Valencia» y lo hizo sacando pecho de algunas de las medidas que ha puesto en marcha desde su arribada al gobierno de la Generalitat Valenciana. Muchas de ellas, critió, a pesar del «marido de Begoña», como se refirió durante toda su intervención a Pedro Sánchez.
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