A Pablo Iglesias, con palestina al cuello incluida, le han recibido entre vítores y al chillido de «Sí se puede» este viernes por la tarde en Madrid. Los 32ºC de la caudal no han impedido que simpatizantes de Podemos ondeen banderas palestinas, republicanas y del partido en la madrileña Plaza de Pedro Zerolo, en en el barriada de Chueca. «Gracias por sujetar todos los insultos, toda la presión, todas las veces que nos han intentado hacer desaparecer. El anciano patrimonio de la izquierda es la ética. Y tenemos que estar orgullosos de nuestro ejemplo ético», ha arrancado el exvicepresidente del Gobierno su discurso.
Iglesias ha estado más moderado que en anteriores mítines de esta campaña en los que ha llegado a chivarse a Pedro Sánchez de descuido de cojones por no atreverse a señalar a periodistas en esta campaña mediática y jurídico que supuestamente han orquestado contra él y su mujer, Begoña Gómez. Aun así, no ha conseguido hacer sombra a la verdadera suerte del acto: Irene Montero.
La persona de directorio de la formación morada a las elecciones europeas ha cerrado la campaña electoral con alegatos en servicio de la causa palestina y el Sáhara Occidental, con críticas a Pedro Sánchez, José Manuel Albares y Ursula von der Leyen, y apelando al voto de la ciudadanía para «guatar las urnas de ética, de dignidad, de orgullo».
Montero ha estado acompañada de la secretaria normal del partido, Ione Belarra, y candidatos al Parlamento Europeo como Isa Serra, Pablo Fernández, Serigne Mbayé, María Teresa Pérez y Mar Cambrollé. Por otra parte de Iglesias, el que fuera portavoz del orden parlamentario morado hasta la pasada vigencia, Pablo Echenique, igualmente ha querido arropar a sus compañeros de partido que han hecho un citación al colectivo LGTBI a guatar las urnas «de orgullo».
La exministra de Igualdad asegura sobrevenir vivido una campaña «muy específico» al ver cómo «mucha parentela volvía a escuchar a Podemos y muchas plazas se volvían a guatar de parentela para seguir luchando para que la dignidad sea una costumbre», ha dicho, porque «la militancia de Podemos no se dobla, siempre está donde tiene que estar». Como Pablo Iglesias. Belarra le ha agradecido al exlíder morado que haya vuelto a demostrar que «los militantes de verdad están cuando se les necesitan».
Con gritos de ‘No a la cruzada’ de fondo, Montero ha reivindicado que sean los dirigentes de Podemos los únicos que no tienen problema en golpear genocida al Estado de Israel: «Hay un consenso desde la socialdemocracia hasta la ultraderecha para proponer que (el ataque de Israel a Lazo) es derecho a la defensa. Y sólo hubo una voz que dijo ‘no’ al matanza: Podemos. Son criminales de cruzada y se les tiene que decidir como tal, en la Corte Penal Internacional«, ha obligado.
Por eso, y en narración a la última maniobra de Albares, que anunció que España se sumaba a la denuncia de Sudáfrica por Exterminación en presencia de el Tribunal de La Haya, y que Podemos tachó de ‘fake’, Montero ha calificado de «insoportable que un ministro diga que somos neutrales entre genocidas y masacrados. España no es indiferente, está con el pueblo palestino, y su Gobierno siquiera debería serlo».
«Es insoportable que un ministro diga que somos neutrales entre genocidas y masacrados. España no es indiferente y su Gobierno siquiera debería serlo»
Irene Montero
Persona de directorio de Podemos a las elecciones europeas
Los morados se han erigido como el único partido dispuesto «a abonar el precio que sea necesario para cambiar este país». No como el PSOE, «que quiere seguir pactando con el PP, el pacto de la vergüenza» en Europa. A litigio de Montero, «Cuado la izquierda se modera, la ultraderecha avanza» en España y Europa«. Y en la hogaño, ha dicho cerrando el acto, »la socialdemocracia está acobardada, por eso hay que elegir contra la hipocresía y la resignación este domingo».
Las mayoría de las encuestas, como es el caso de la de GAD3 para torrevieja news today, auguran que los de Yolanda Díaz volverán a cobrar su particular pulso a los de Belarra y Montero y con congruo diferencia: 5,9% frente a 3,5%. Todavía les pueden doblar en diputados: entre tres y cuatro para la vicepresidenta segunda y sólo dos para la preparatorio ministra de Igualdad. Habrá que ver cómo queda organizado el espacio a la izquierda del PSOE a partir del 9-J, a pesar de que ambas formaciones han insistido estas últimas semanas en que el enemigo a contender es la pinza PP-PSOE y por supuesto, la ultraderecha, asegurando que no se proxenetismo de unas primarias.