La flamante afirmación categórica del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de que «agua no sobra» en el Tajo, puyazo para evidenciar su pretensión de «cerrar el trasvase» al Segura de forma definitiva, cae por su peso a fanales de los regantes levantinos a la olfato de un noticia difícilmente rebatible: cada año se envían a Portugal un supernumerario hídrico por encima del acuerdo con el país vecino equivalente a 25 veces el recortadura previsto a las transferencias al sureste gachupin.
Ese pacto hispano-luso suscrito hace décadas estipula un caudal de unos 2.600 hectómetros cúbicos y, en ingenuidad, una especie de altruismo a este banda de la frontera hace que llegue el doble, más de 5.000 hm3, tal como pone de relieve el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.
Para comprender la magnitud de este noticia, que podría borrar por completo la tensión de esta cruzada del agua entre cuatro Comunidades Autónomas (Castilla-La Mancha frente a la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía), baste con comparar con las cifras básicas de conducción Tajo-Segura. Cada año se transfieren unos 200 hectómetros -inicialmente se proyectó que serían 300- y los planes del Gobierno apuntan a que a partir de 2027 se reducirán a la parte, un centenar.
O todavía se puede cotejar con las reservas actuales de los dos embalses que abastecen los trasvases, Entrepeñas y Buendía, que juntos suman 1.178 hectómetros según la última información actualizada del Profesión.
«Sin ausentarse al respeto, lo que le pasa al señor Page es que el camino se le acaba, pero él sigue, como en el dicho: tiene algunos miles de hectometros cúbicos de agua a los que podría aceptar para su comunidad, los que se pasan a Portugal por encima del convenio del Albufeira, pero se obsesiona con los pocos hm³ del trasvase Tajo-Segura», describe el portavoz agrícola alicantino.
Con esta trayectoria de beligerancia contra el reparto del agua, el presidente castellanomanchego quedará retratado para tiempos futuros, a motivo del dirigente de Asaja: «El verá, pues será judicatura políticamente por ello y pasará a la historia como un anodino».
En cualquier caso, mirando todavía a más delante, la única alternativa que aplazamiento el sector agrícola depende de un planteamiento más integral. «Hay que ir escrito a un nuevo Plan Hidrológico Doméstico, para solventar todos los problemas, y más en un contexto de cambio climático, con longevo irregularidad de lluvias y más temperatura, ya que el riego es más necesario que nunca», sugiere el presidente de Asaja-Alicante.
«Conexión» para trasvases en Castilla-La Mancha
Mientras tanto, esta misma semana la consejera de Avance Sostenible de la Unión de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha trasladado a la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Profesión de Transición Ecológica y Pelea Demográfico, la menester de incluir «el esquema de conexión del río Sorbe con el Bornova en la nueva planificación hidrológica de la cuenca».
Con esta infraestructura que el Ejecutor de Page considera «fundamental», se buscan futuros trasvases internos en esta zona de la región y se ha aglutinado en un familia de trabajo a «representantes de los agricultores, ganaderos, empresarios, comunidades de regantes, mancomunidades de agua y alcaldes de la provincia de la Guadalajara», según detalló la consejera.
Imagen de la canalización del trasvase Tajo-Segura
Aunque el presidente socialista enfatizó que «agua para succionar» era lo único que está dispuesto a ofrecer del Tajo, en cambio para este otro esquema en la provincia de Guadalajara trabaja no sólo para el provisión de los municipios de la zona, sino todavía para su incremento socioeconómico.
«Necesitamos que se incremente la disponibilidad de bienes hídricos en el sistema del Henares, puesto que los desarrollos urbanísticos dependen de las concesiones de agua, así como los crecimientos industriales y agrícolas que ahora mismo están limitados por la errata de este suministro», ha explicado su consejera Gómez.