Santiago Madueño (Córdoba, 1981) desprende pasión por lo que hace como bartender profesional y alma de Distrito Cocktail Bar en Córdoba, que logra estar incluido durante los últimos cuatro primaveras en el prestigioso Top Cocktail Bar. Primero fue de su comunidad y ya con 21 primaveras de época se hizo cargo él.
–¿Cómo comenzó a profundizar profesionalmente en los cócteles?
-En 2006, una clienta que era cubana me enseñó a hacer los mojitos por tener poco más, por placer a los clientes. En 2007 una marca de ron muy conocida cubana hizo un concurso de mojitos y ganamos en Andalucía. Y fuimos a Cuba mi hermana y yo, entonces allí vimos el mundo de la coctelería. Positivamente hasta 2011 o así que empezó el tema de los gin-tonics y demás no empezó a estar la coctelería en España, y siquiera existían ferias ni nulo. Pero nosotros trabajamos en ese hornacina y es atún porque nos tienen sobrado en cuenta. En Madrid Fusión además participamos.
-¿Se siente pionero de alguna guisa en Córdoba?
-Bueno, no solamente en Córdoba. Yo hablo siempre de guisa muy general porque nunca me ha cubo miedo mirar a cosas grandes o a irme fuera. Tengo la restricción del inglés, sobrado principal, y sin confiscación eso no me ha amarrado. Hemos hecho eventos como la entrega de los 500 mejores bares en el Hotel Lutetia en París, y en 2013 nos invitaron por primera vez al lista de los 50 mejores bares del mundo, que fue en Londres. Yo tengo un bar de barriada, que no tengo nulo ni que perder ni que obtener, es muy divertido y vas conociendo a gentío de la industria. Tengo una comportamiento muy proactiva, siempre ayudo a compañeros. Aquí en Córdoba siempre estamos a una, somos poquitos. Y con los de Andalucía me llevo perfectamente.
-¿Cómo logra permanecer la distinción Top desde 2021?
-Este año han saledizo algunos locales y han entrado otros, y nosotros tenemos la suerte de que al comisión que ha pasado por el regional le ha parecido perfectamente mantenernos en ese lista. Lo valoran como las Estrellas Michelín, con tres, dos y una. Nosotros estamos en el ránking en el dos. Ha crecido mucho la coctelería en España.
-Estuvo trabajando en los Grammy y en una boda de ostentación en Sevilla, ¿dónde está su final?
-Los Grammy fue porque una agencia nos conocía de un evento en un palacete durante la Feria de Abril del año pasado, el cumpleaños de una influencer. Les gustó mucho como trabajamos y por ahí fue. Desde el primer momento nos veían con tablas, con personal, sabemos lo que quieren las marcas, y sabemos trabajar con gentío popular o famosa o influencer. Y para la boda millonaria nos llamó el Cátering Delfín Cabrera, que es de Córdoba y opera mucho en Sevilla. Íbamos 22 bartender y le montamos la copa de bienvenida, y la mostrador.
-Y en Distrito, ¿qué tipo de cóctel está ofreciendo?
-En coctelería clásica puedes pedir cualquier tipo de cóctel clásico y luego tenemos una carta más o menos fija con los cócteles que más éxito han tenido desde 2014. Por ejemplo, el Flamingo, un cóctel tropical con guayaba, piña, y ron, que va en el interior de un flotador de flamingo. Y hacemos cartas efímeras en Halloween y Navidad. Y en verano tenemos unos y otros en invierno. Ahora son más frozen, reinterpretamos cócteles clásicos granizados que pegan más.
-La estética de la copa en la que se sirven es optimista, ¿verdad?
-Sí, la estética y la formación. Tenemos copas hasta de 100 euros. Si tú le pones a una persona una copa de 100 euros que son 5 ó 6 centilitros, un chupito hablando básicamente, qué minúsculo que sepas desde qué destilería es, a los primaveras que lleva, cómo se hace. Intentamos enterarse toda la encantamiento que tiene cada botella para poder explicársela a los clientes porque al final es un valencia añadido. Es una experiencia que intentamos que la gentío haga como un alucinación cuando se toma una copa.
«El Flamingo, un cóctel tropical con guayaba, piña y ron, es de los que más éxito tiene»
-Las bebidas hechas en Córdoba ¿qué papel juegan en sus cócteles?
-Utilizamos los vinos de Montilla, de Jerez, de cercanía. Las mieles de la Subbética además. La naranja amarga, por ejemplo. Este año hemos recolectado 200 kilos de naranjas y el cóctel que hacemos con ellas es uno de los que más vendemos. No nos olvidamos de lo regional, porque nos nutrimos mucho de clientes turistas e intentamos terminar con una degustación de un vermú de aquí de la tierra. Los productos andaluces en la mayoría de los eventos es un plus.
-Y encima, ¿asesora a otros negocios de hostelería?
-Sí, en Guatemala, el Hotel Pensativo. En Estepona el Hotel El Pilar. Además hicimos la comprensión de Voraz de Julio, del Reunión Sojo. Y además hice un documental que se estrenó en el Festival de Málaga. Lo presentaré en octubre en la entrega de los 50 mejores bares del mundo, que se celebra este año en Madrid.
-¿Algún deseo para el futuro más inmediato?
-Soy muy proactivo y me gustaría hacer con Córdoba más cosas.