La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala afirmó ayer que el bipartito PP-Vox en el Junta «no está en peligro» al considerar que la polémica suscitada los últimos días acerca de los empadronamientos ilegales es un «desacuerdo puntual» con su socio de gobierno. La regidora respondió así a las preguntas de los medios acerca incluso de las palabras del vicepresidente de la Juntura de Castilla y Arrojado, Juan García-Gallardo, que en su cuenta de ‘X’ le recordó el jueves a la responsable del PP que ocupa su cargo «gracias a Vox», y que sus votos «no son infundado». «Si Gallardo tiene poco que opinar, que lo diga, pero el bipartito no está en peligro», insistió Ayala.
La polémica iniciativa presentada el lunes por el vicealcalde, Fernando Martínez-Acitores, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Ignacio Peña, los dos de Vox incluye «inspecciones periódicas» y «visitas domiciliarias» para comprobar «la fiabilidad de la información y detectar posibles casos de registro ilegal», así como la transigencia de un canal «de denuncias anónimas» por parte de ciudadanos que observen este tipo de irregularidad. Al respecto, tanto el Liga Municipal Popular como la propia alcaldesa recordaron que esta propuesta, que tildaron de «electoralista», surge de Vox e iba a ir al pasado pleno pero fue descartada por desidia de tiempo al entender que «no era poco urgente». Adicionalmente, la regidora ya quiso dejar claro el jueves su «desacuerdo» con algunas de las medidas presentadas por los dos ediles y anunció que el martes hablarían de ellas en la reunión de coordinación semanal que celebran PP y Vox.
«Desacuerdo puntual»
Además destacó que, según la norma básica de la Ley de Coordinación de Policías Locales y la Ley de Bases de Régimen Lugar, «la alcaldesa es la máxima autoridad con capacidad para dar instrucciones a la Policía Lugar». y que varias de las ideas de su socio son competencia de la Policía Franquista. En este misma camino, negó de forma «categórica» que hubiera donado vía librado en este tema al vicealcalde, como él mismo había insinuado en su comparecencia.
«Hay cosas, obviamente, en las que no estamos de acuerdo, y en las que efectivamente se prima un criterio determinado, pero no está en ningún tipo de peligro en ilimitado», indicó la alcaldesa de Burgos, minutos antaño de asistir a la celebración de la festividad del Curpillos, que tenía empleo en el Monasterio de Las Huelgas.
«Este desacuerdo puntual lo gestionaremos entre nosotros, de puertas adentro, que es como se tienen que padecer a final estas cuestiones», añadió. Asimismo, aseguró que durante la tradicionalmente conocida como jira del Parral, pero que este año se realiza en el paseo de La Chale, se tomará unos pinchos tanto con el vicealcalde como con su equipo de Gobierno, así como con el resto de concejales y burgaleses «que quieran acercarse». «Independientemente de las distintas cuestiones, seguimos siendo equipo de gobierno».
Desde el PSOE no quisieron perder la oportunidad de meter el dedo en la chancro por estos hechos. Así, su secretario regional, Luis Tudanca, señaló que la principal preocupación del PP son las advertencias del vicepresidente de la Juntura de que el apoyo de Vox a los ‘populares’ en el gobierno de Burgos y de la Comunidad «no es infundado». Presente en la que es su ciudad en el zaguero día de campaña, criticó los «comportamientos abiertamente racistas» de la formación liderada por Santiago Abascal. Mientras, el secretario caudillo de la Agrupación Lugar del PSOE, Daniel de la Rosa, animó a la alcaldesa a «reflexionar» acerca del bipartito y le trasladó que «no necesariamente este mandato tiene que concluir de la mano de Vox» y puede dirigir «en minoría, como ya lo hice yo» o Javier Lacalle -anterior corregidor del PP-.