La inestabilidad se ha convertido en la norma en la gran parte de la industria auxiliar del automóvil. La temporalidad y la profusión de expedientes de regulación temporal de empleo (los ERTE) oscurecen las perspectivas de futuro de los trabajadores de un sector. El panorama se pone más sombrío todavía teniendo en cuenta la más que posible deslocalización de la producción de componentes para la taller de Vigo.
Fuentes sindicales alertan de la turbulenta situación que atraviesa el sector. Roberto Bizarro, de Comisiones Obreras Utilitario, explica que Stellantis todavía no ha definido a quién entrega la fabricación de las nuevas piezas, pero no es jovial: “Viendo lo que están haciendo con Vigo, estamos un poco preocupados en ese aspecto. No tenemos seguro de que nos concedan los productos que hacemos”.
Bizarro cree que “nadie quiere pensar que nos va a tocar a nosotros”, pero advierte de que no existe un plan de viabilidad a espacioso plazo: “Vamos viviendo con lo que tenemos, pero no hay seguro de futuro”.
Indalecio Gómez, secretario comarcal de Industria de la Confederación Intersindical Galega, lamenta que la deslocalización ya es un hecho y apunta directamente el caso de Hispamoldes, ahora propiedad de hacienda extranjero: “Non lles doe prenda ningunha. Aquí hai unha oficina técnica e os moldes fanos en China, Portugal… Onde máis baratos lles sexan. Hai un afán desmesurado por deslocalizar o traballo”, asevera.
STELLANTIS APRIETA
Según los dos representantes sindicales, las industrias que operan en Ourense están a merced de los pedidos de la factoraje olívica, que se acaba de beneficiar de los fondos europeos a través del PERTE del transporte eléctrico. “No está repercutiendo ese caudal en Galicia. Lo están derivando a otros lados”, señala Bizarro: “Estamos a disposición total y absoluta de Stellantis. Nos va apretando. Ahora trabajamos, ahora no…”
Mientras tanto, Gómez opina que es una medida de presión no solo para sujetar costes de producción, sino además para hacerse con más fondos europeos. “Stellantis está anunciando uns beneficios desorbitados. É unha tiranía total”, clama. La multinacional automovilística anunció unas ganancias históricas en 2023 de 18.625 millones de euros.
Mientras tanto, las plantillas se ven ahogadas en la inestabilidad entre empresas de trabajo temporal -en alguna empresa incluso superan a los contratados- y continuos ERTE. “Estamos bajando producción, con lo cual se bajan plantillas”, detalla Bizarro: “Estamos a la expectativa de lo que decida el señor Tavares en Vigo, peleándonos entre las diferentes fábricas para coger las migajillas que nos dejan. La perspectiva en Ourense es más complicada. Viendo que a Vigo lo desprecia, no queremos pensar a Ourense”.
Gómez dice no entender “que unha empresa que teña beneficios teña que ir a un ERTE”. En Ourense, explica, casi todas las empresas del sector tienen campechano este tipo de expedientes. El representante de la CIG apunta directamente a Hispamoldes. La semana pasada, trabajadores de la compañía se manifestaron frente a la sede para rebotar el ERTE y pedir un plan de futuro.
“A cousa pinta sobrado mal, sobre todo nesta provincia”, observa mientras comenta el componente de precariedad que asumen los trabajadores frente a esta inestabilidad en el sector: “Se tes unha hipoteca, un nivel de vida e non podes contar co salario completo…”
Este circular trató de establecer contacto con fuentes empresariales para la elaboración de esta información, sin éxito.