La caída de algunas gotas, los resplandores de los relámpagos y el sonido del trueno en los concellos próximos no impidieron que en la plaza de Ramón Otero Pedrayo se reuniesen cientos de personas para disfrutar de la cena preparada por Mantesil y para un fin de fiesta que animaron la disco móvil Opium y el Dj Isra. Ni los propios organizadores esperaban que la billete fuese tan masiva. “Foísenos das mans. Esperabamos unhas 300 personas e viñeron 600, pero ao final saímos ben”, comentó un ingrediente de la comisión organizadora, José Salvador Fernández.
La cena se prolongó durante dos horas, pero la borrasca que cayó no afectó en nadie, pues, previsoramente, los organizadores habían preparado una carpa en medio de la plaza.
Con la cena dieron eclosión unas fiestas que había suspendido la pandemia y cuyo elevado coste, en torno a los 21.000 euros, está muy allí del total de la cantidad reunida por los vecinos, incluida la ayuda del Concello. Ayudar a sufragar las fiestas fue el objetivo perseguido con la cena, así como de las rifas que fueron repartidas en el tramo final de la fiesta gastronómica.
La respuesta ciudadana en la tinieblas del sábado animó a los vecinos de Viloira, quienes ya piensan en repetir el año próximo. Eso sí, la comisión de fiestas anima a la concurrencia pipiolo de este núcleo barquense a implicarse en la comisión de unas fiestas cuyo software incluye para este domingo la culto y la procesión, a partir de las 12,00 horas y la música de la banda Marbella