Nervioso, Sánchez Vicario aseguró aquel primer día de juicio que, a partir de noviembre de 2009, era su exmaridoJosep Santacana, el que tomaba “las riendas y se encargaba de hacer todos los pedidos, ir al banco, todos los trámites…”, culpando a su expareja de todas las decisiones.
Este viernes le ha tocado el turno de responder a Josep Santacana, que ha tenido que declarar ante el juez. Su discurso no ha coincidido con la del extensionista. Ha asegurado que la toma de decisiones en las operaciones de desinversión y en los procesos de liquidación de las empresas estaba a cargo de Arantxa.
“Después del nacimiento de nuestra primera hija, en febrero de 2009, Arantxa decidió que quería saber más sobre él. no estaba comodo con la gestión que hacían sus padres con sus fondos, porque sólo le decían verdades a medias”, explicó Santacana. “Arantxa vio cosas que no eran logicos. “El padre hizo cosas que estaban en su contra”, continuó. Por ello, Sánchez Vicario decidió reunirse con Castellanos, el abogado de la familia.
Santacana explicó que, entonces, su esposa de entonces descubrió que no había dinero en sus cuentas. “Arantxa tuvo la voluntad de pagar su deuda desde el primer minuto”, afirmó. Por eso ella “quería vender para obtener liquidez para cubrir los gastos del día a día. Como no había liquidez, el señor Castellanos aseguró que lo más fácil era tomar las propiedades y desinvertir.”
Los gastos que generan los activos inmobiliarios ascendieron a 50 o 60 mil euros mensuales “tranquilamente”, porque sumaban hasta cuatro hipotecas y cinco o seis seguros, según Santacana. De esta manera el empresario justifica las operaciones de desinversión, del que niega su participación. “La decisión fue de Arantxa con el asesoramiento de Castellanos”, afirmó.
En relación a las exclusivas que vendía a revistas, el pasado martes Arantxa Sánchez Vicario aseguró que siempre era su marido quien negociaba las condiciones económicas. A ello, el citado ha asegurado que “no es verdad, porque durante el período que estuvimos juntos solo hicimos una exclusiva y un reportaje. No se cobró nada más”.
Cuatro años de prisión
El Ministerio Público solicita para Arantxa Sánchez Vicario y para Josep Santacana cuatro años de prisión por supuestamente descapitalizar su patrimonio y evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo, que intentaba cobrar desde 2010, con “espíritu de enriquecimiento ilícito”.
En su escrito de acusación, la Fiscalía les imputa a ambos un delito de elevación de mercancías o de insolvencia punibley a pagar una multa de 12 euros diarios durante 24 meses, lo que representa un total de 8.640€.