La propuesta ya fue debatida en Comisión de Obras, donde no disgustó, quedando los integrantes en analizarla. Por su parte, el corregidor socialista, Alfredo García, planteaba la posibilidad de convocar un concurso por si hubiese más hosteleros interesados. En todo caso, si este se llegase a aprobar, podría relacionarse a algún otro kiosko-bar similar, dada la amplitud de la orilla del Sil en el tramo barquense del río. Un planteamiento que persigue no dejar fuera al patrón de quien partió la idea.
Golosinas
José Luis Tamayo incluso plantea la penuria de dar una posibilidad al kiosko de golosinas que lleva cerrado algún tiempo en el entorno del colegio sabido Julio Gurriarán de la villa, y próximo a otros centros escolares de la población barquense, tras caducar la concesión , según explicó el concejal. “Habrá que tomar una valentía”, apuntó el corregidor.