Luego de un invierno en el que las condiciones meteorológicas no facilitaron la colocación de cubiertas, “el mes de marzo fue malo, en genérico”, según fuentes empresariales. Tan pronto como Irlanda, Alemania y Francia se mantuvieron en niveles de compras similares a los de 2023 en el primer trimestre, con un 8%, 3 % y -1 %, respectivamente.
El segundo cliente de las pizarreras, Reino Unido, bajó sus importaciones un 17 %, en tanto que Bélgica se sumaba a los descensos con un 35 % menos. Estados Unidos asimismo cayó, aunque menos que los países anteriores, quedando en un 4 % menos de compras.
La ladera de la actividad del sector de la construcción favoreció la ladera de las exportaciones, un descenso que asimismo aparece reflejado en la facturación. Con más de 95 millones de euros, las ventas reflejaron un 5 % de descenso, respecto a 2023. La caída no fue longevo gracias al incremento de los precios, encareciéndose en un 3 %, la tarifa media.
“La pertenencias no está afortunado”, indican desde el sector, donde muestran su confianza en que, más pronto que tarde, se produzca un repunte de la construcción en Europa. “Tiene que despertar”, añadieron.
Inicio de la negociación del convenio profesional
Las canteras de pizarra gallegas emplean a aproximadamente 2.500 trabajadores y sus salarios están regulados por un convenio profesional cuya vigencia venció el 31 de diciembre de 2023, según apuntaron fuentes sindicales. La central UGT denunció hace semanas su vencimiento, siendo convocados los sindicatos para el próximo 11 de junio para proceder a la constitución de la comisión negociadora, que formarán los representantes de las partes empresarial y social que van a aguantar los contactos para establecer las condiciones salariales.
En estos momentos, el longevo número de delegados sindicales del sector le corresponde a la central UGT. El sindicato ugetista disfruta de una amplia mayoría, situándose a continuación la CIG y CC.OO.