El sector ganadero de Córdoba afronta el verano con optimismo al contar con más agua y tener menos costes


Los ganaderos del Norte de Córdoba afrontan de una guisa muy diferente este verano en comparación a las enormes dificultades que atravesaron estos productores el año pasado. Las lluvias de este año, sobre todo las caídas en marzo, han contribuido a que las explotaciones de bóvido, porcino y ovino dispongan de más agua para sus reses, al mismo tiempo que estas precipitaciones han ayudado a que haya más comida en el campo y a resumir los precios de la comestibles animal al acontecer una veterano ofrecimiento y una pequeño demanda.

No obstante, desde el sector pecuario aseguran a torrevieja news today que el problema de la sequía no se ha solucionado del todo. Del mismo modo, la reducción de los costes a los que tienen que hacer frente es otra de las notas distintivas del próximo periodo veraniego para la cabaña en la zona septentrional de la provincia.

La Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Progreso Rural afirmó en sus últimos informes de coyuntura que «las encinas se encuentran en buen estado y la hierba de la dehesa, aunque se va secando, todavía es aprovechable para el manada que al punto que necesita comestibles suplementaria». Igualmente, la Oficina autonómica apunta que, «tras varias campañas marcadas por la escasez de heno y paja, este año el sector granjero podrá contar con una cantidad adecuada de estos alimentos que, por otra parte, están reduciendo su precio».

El técnico de Asaja, Antonio Monclova, aseguró que «el verano para la actividad ganadera se presenta perfectamente gracias a las aguas caídas entre enero y abril al producir muchos pastos naturales». Según afirmó, esto ha provocado que los productores al punto que estén recurriendo actualmente a los forrajes y a los piensos para suministrar a sus animales al acontecer bastantes bienes en el campo. «Con lo que hay en la dehesa se puede sostener que hay comida hasta agosto», aseveró.

Este representante de la patronal agraria coincidió con la Sociedad en que están bajado los precios del forraje y de la paja, «unos productos que originaron un importante desembolso el año pasado cuando se tuvo que suministrar mucho a los animales al acontecer menos bienes en el campo por la sequía». Sus estimaciones son que las cotizaciones han podido quedarse a la parte con respecto a 2023, aunque los títulos siguen siendo elevados, según afirmó, porque «aún no se ha recuperado el encarecimiento que hubo el año pasado y que llegó a un 400 por ciento».

En el flanco menos positivo se encuentra el hecho, según detalló Monclova, de que el número de crías que se han parido este año ha sufrido una merma importante con respecto a lo que suele ser habitual como consecuencia, por un flanco, de la desprecio pluviometría, pero, por otra parte, por la incidencia de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), sobre todo en las explotaciones de bóvido.

En el caso del porcino peninsular, las previsiones para el verano son muy alentadoras. «Estos meses se presentan mucho mejor que el año pasado, ya que las lluvias de primavera han originado que los embalses y los acuíferos hayan recuperado sus niveles y, al mismo tiempo, ha crecido mucha hierba en el campo que ha traído consigo que los cerdos tengan que apelar menos, en esta ocasión a la bellota, aunque la cantidad de esta además era importante», según resaltó Alfonso Blanco, director de Ibesa, firma con sede en Villanueva de Córdoba.

Atmósfera para el porcino y el bóvido de cuajada

Este directivo aseguró que, en cuanto al mercado, «las perspectivas de precios son buenas al acontecer poco censo de manada y mantenerse la demanda en niveles altos, por otra parte de que hay menos costes de producción por el conveniencia veterano de los bienes de la dehesa y al abaratamiento de los piensos, lo que nos deja en un buen escena a los ganaderos del porcino peninsular de los Pedroches».

Un exploración muy parecido es el que realizan los productores del bóvido de cuajada. El presidente de la Asociación Frisona de Dos Torres (Afrido), Juan Francisco Sánchez, indicó que «somos relativamente optimistas con la situación contemporáneo, puesto que, aunque es verdad. el precio la cuajada bajó tres céntimos en invierno, la rentabilidad está siendo suficiente oportuno a la reducción de los costes de producción al abaratarse el forraje y los piensos». Según informó, todo esto ha originado que muchas explotaciones estén llevando a angla inversiones que no habían podido realizar en el pasado, sobre todo en los apartados tecnológico y medioambiental.

Sánchez destacó que «las lluvias de este año han solventado en gran medida los problemas de yerro de agua que había el año pasado, pero sigue irresoluto la puesta en marcha de una red de distribución de bienes hídricos para la cabaña a fin de que las explotaciones puedan tener camino directo a la red, un tesina que las administraciones no terminan de afrontar con valentía».

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