Un jefe de Policía se enfrenta a casi cuatro años de cárcel por acoso laboral a una agente embarazada


Un año y merienda meses de prisión por acoso profesional y otros dos primaveras de prisión por un delito de lesiones. Es la pena que la Fiscalía solicita para Manuel G., quien fuera caudillo de la Policía Nave de l’Ametlla del Vallès (Barcelona), por relegar de sus funciones a una agente que se quedó grávida. Igualmente cuando se reincorporó al puesto tras su depreciación cariñoso. Según el escrito de inculpación, cuando el inspector supo que su subordinada esperaba un hijo, en abril de 2014, comenzó a denigrarla y a apartarla de sus funciones, encomendándole otras administrativas.

De hecho, según la afectada, incluso recibía órdenes de la auxiliar administrativa de la comisaría. Durante su horario profesional, el caudillo de Policía llegó a pedir a la agente que repartiese propaganda electoral, apunta la Fiscalía, y cuando cogió la depreciación, por la descubierta embarazo, intentó que el Consistorio le abriese un expediente disciplinario. Una vez volvió al trabajo, tras dar a luz, el inspector no le facilitó las claves de acercamiento al sistema, ni uniforme y siquiera le asignó un compañero, por lo que tenía que desempeñar sola sus tareas como policía.

Cuatro meses más tarde, la policía pidió una comisión de servicios al consistorio de Montmeló (Barcelona). Se le concedió y allí desempeñó su trabajo, hasta que el inspector informó de forma negativa para evitar que se le concediese la prórroga. Según el Profesión manifiesto, este trato llevó a la agente a desarrollar un trastorno con sintomatología ansiosa y depresiva, para lo que necesitó tratamiento médico.

Encima de la pena de prisión, la Fiscalía pide que el inculpado indemnice a la víctima con la cantidad que determine la sentencia. Indemnización de la que, apunta, debe replicar el Consistorio como responsable civil subsidiario. Manuel G. se jubiló en febrero de 2021, tras 36 primaveras de trayectoria, por lo que recibió una placa conmemorativa de manos del entonces corregidor, Pep Moret (ERC). La próxima semana, tendrá que sentarse en el banquillo de la Audiencia de Barcelona.

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