Al día futuro de perder las elecciones europeas frente al Partido Popular (PP), la Ejecutiva Federal del PSOE se ha reunido en un bullicio de optimismo de puertas en dirección a fuera, y con grandes aplausos a Pedro Sánchez y a la candidata y vicepresidenta tercera Teresa Ribera cuando entreambos han aparecido en la sala de reuniones de Ferraz, según se ha podido ver en las imágenes difundidas por el partido.
Después, en su habitual rueda de prensa, la portavoz Esther Peña ha querido despejar expresamente la posibilidad de una disolución de las Cortes como la que Sánchez hizo hace calibrado un año, tras el batacazo socialista en las elecciones autonómicas y municipales. «Si cualquiera esperaba algún tipo de adelanto electoral, que abandone toda esperanza», ha sentenciado Peña.
La encargada de trasladar el mensaje de la cúpula socialista ha pedido al PP que se rebaje el tono, casi al mismo tiempo que ha tildado al líder de la competición, Alberto Núñez Feijóo, de «ultraderechista confeso», un epíteto del que no se ha retractado al ser cuestionada por ello por los periodistas.
Peña ha sacado pecho del resultado de los socialistas, pese a que se han quedado muy allí de la triunfo que alentó Sánchez en la recta final de campaña, e incluso del igualada técnico que asimismo se alimentó desde Ferraz. Finalmente, el PP ha agrandado su delantera sobre el PSOE con respecto a las elecciones generales de julio de 2023, pasando de una distancia de menos de un 2% a una de cuatro puntos porcentuales y con casi setecientos mil votos más. Pese a todo, los socialistas presumen de que ningún partido que esté gobernando en la Unión Europea (UE) ha resistido tan acertadamente en las elecciones celebradas este domingo. El PSOE ha apurado un 30% de los sufragios, porcentaje muy parecido al del 23J y superior, por ejemplo, al 20% obtenido por Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien adicionalmente concurrió como candidata.
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