A pocas horas de presentar su primera novela y con los nervios que esto puede suponer, Paloma Gallardo Morera, (Toledo, 1966) Casada y madre de dos hijos, este viernes a las 19.00 horas, en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, se enfrenta al veredicto del público con ‘Una terapia explosiva’, un reto personal que tiene voz propia. Es hija y hermana de artistas, Paloma nos habla de salud mental con ingenio y maestría, saliendo de esta inmersión literaria con una historia sólida, divertida y apasionante. Ahora, ellos son Los lectores son responsables de ofrecer su opinión sobre el libro de este autor..
La escritora confiesa que le gusta escribir -ya hizo sus primeras incursiones con la poesía-, y ahora combina su amor por crear nuevos mundos literarios con música, canto, cine, dibujo y juegos de mesa, utilizando en su primer libro algunos de sus referentes como José Luis Sampedro, Eduardo Mendoza, Paul Auster y Domingo Villar, para contar una historia llena de humor negro y vivencias personales. Ahí no hay nada.
– Con ‘Una terapia explosiva’ haces tu primera incursión en la novela, ¿qué te motivó a escribirla?
– Fue un desafío personal. En 2019 fundé la escuela de escritura Verbaliza, donde comencé a escribir mis primeros cuentos y aprender las técnicas de escritura creativa. Después de varios cursos, pensé seriamente en escribir un libro. Con todo lo aprendido pensé que tal vez podría darle continuidad a una historia e inventar historias dentro de ella, aplicar giros, elipses, flashbacks, diferentes voces de narrador. Escribí los dos primeros capítulos, que luego cambié varias veces de lo que más tarde se convertiría en ‘Una terapia explosiva’. Con mucho tiempo, esfuerzo y tutoría terminé mi primera novela corta.
– Proviene de una familia de artistas. ¿Te han influenciado para escribir?
– Sí, en mi familia hay grandes artistas: mis dos hijos, mi madre, mi hermano, mi abuelo. Nadie está exento de tener talento. Algunos por pintura, otros por teatro musical, arte digital, pero el único que ha escrito desde niño soy yo. Mis antepasados me han influido para que quizás tenga creatividad.
– En tu novela hablas de salud mental, pero también de salud física. ¿Es un viaje para explorar al ser humano?
– Sí, la novela habla de salud física y mental porque son temas que han afectado especialmente a personas muy cercanas a ellos. Más que un viaje para explorar al ser humano, es un viaje de la protagonista para darse terapia, encontrándose en una encrucijada física y mental. En mi trabajo la ayuda que le he ofrecido a la protagonista no le ha servido de nada, por lo que Marga intenta buscar una salida a tanto sufrimiento.
-¿Cuánto tiempo te llevó escribir ‘Una terapia explosiva’?
– Un año y dos meses. Unos seis meses de preparación y el resto, una vez hecho todo el proceso creativo (escenas, esquemas, resumen, personajes, tramas, giros), comencé a escribir.
-Para hablar de una situación tan compleja, como es la salud mental, has utilizado el humor. ¿Es tu mecanismo de defensa?
-Sí. Creo que el humor sirve en todo para poder superar y aceptar las peores cosas de la vida. Si hubiera contado esta historia, de Marga y su amiga Tina, desde una absoluta tragedia, la novela sería totalmente distinta, bastante deprimente. El humor ayuda a mitigar el dolor porque si no se utiliza el humor, la vida es una tragedia. Una terapia explosiva es una tragicomedia.
-¿Cree que su historia es común a mucha gente que ahora pide medidas para proteger la salud mental?
-Nunca he buscado algo parecido, simplemente estoy contando una historia de dos amigos, con sus situaciones particulares. Pero también creo que el tema de la salud mental en este país está abandonado. En general, la gente no empatiza con una persona con depresión o un trastorno de personalidad, pero si tiene una enfermedad física grave y visible, la sociedad le presta más atención.
-¿Quiénes son tus referentes literarios y qué obras han marcado esta primera incursión literaria?
– Mis referentes literarios son José Luis Sampedro, Dolores Redondo, Agatha Christie, Paul Auster, Eduardo Mendoza, Manuel Vilas, Tom Sharpe, Domingo Villar, entre otros. En mi novela quizás Mendoza y Sharpe, en términos de usar el humor para contar una historia.
– ¿Qué esperas que sienta el público al leer tu libro?
– Que se emocionen, rían, lloren y que no se aburran.
– Finalmente. ¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?
– Sí. Quiero hacer algo totalmente diferente. Una novela policíaca. Estoy en la fase de preparación y aún me queda un largo camino por recorrer antes de empezar a escribir el primer capítulo. Contarles que la protagonista vuelve a ser policía, hay un asesinato y ella tiene que resolverlo…