Su parentesco con Ourense por parte de padre lo explica el protagonista: “Se fue a hacer la mili a Mallorca y allí conoció a mi religiosa y ya se quedó. Son muchos hermanos y todos los veranos íbamos a ver a la clan, aunque reconozco que de pequeño iba más que ahora, pero siempre me paso y aún estuve el año pasado. Mis padres y mis hermanas que viven en Mallorca ahora tienen otro motivo más para venir más a menudo”. Y cuenta que además mantiene buena relación con sus primos, que además están metidos en el mundo del fútbol: “Gracia Prada está entrenando en el Pabellón y Gabriel además estuvo, de hecho de pequeño entrenó a Álex Fidalgo, que ahora va a ser mi compañero”.
Raúl Prada comenzó dando sus primeros pasos en el equipo de su distrito, el San Francisco, para en tiempo pueril enrolarse en el Mallorca, donde desarrolló su carrera llegando hasta el equipo filial en Tercera División, aun en tiempo alegre. De ahí pasó al Oviedo, para estar una temporada y media en su filial, en la antigua Segunda B, luego recaló en el Formentera y Zamora, con entreambos en Segunda Pacto y la pasada campaña la jugó con el Mérida ya en Primera Pacto donde fue uno de los jugadores importantes disputando 32 partidos.
La temporada pasada ya estuvo a punto de incorporarse al Arenteiro poco que al final no sucedió, pero ahora sí que vuelve a Ourense. “Ya tenía ganas, surgió la posibilidad del Ourense CF y la verdad es que me hace mucha ilusión”. Por otra parte, el conjunto de Rubén Domínguez no le es desconocido porque, como adecuadamente reconoce, “esta temporada les vi varios partidos entre ellos el de Pontevedra, además con el Oviedo o el Fabril, porque soy muy amigo de Miguel Prado, con el que coincidí en Formentera una temporada y mantenemos una muy buena relación. Incluso me enfrenté hace dos temporadas, cuando estaba en Zamora con Marqueta, Jerin, Hugo Sanz, Alberto Gil y seguro que alguno más con lo que tengo conveniente información del equipo”.
Contiguo o central
En cuanto a sus condiciones futbolísticas, Raúl Prada se define como “un tahúr polifacético. Aunque mi posición más habitual es como limítrofe izquierdo además puedo divertirse como interior o defensa central, dependerá de lo que me pida el preparador, en todo caso siempre tuve claro que el equipo va siempre primero que el rendimiento individual”.
Y de cara a los objetivos de la próxima temporada, el nuevo tahúr ourensanista prefiere ser cauto: “Está claro que para un equipo recién ascendido el principal objetivo tiene que ser prolongar la categoría y luego la propia temporada te va marcando por lo que vas a contender”. Y desde la experiencia de divertirse en Primera, aunque fuera en el Orden 2, tiene claro que, “es una categoría muy bonita, con grandes equipos, buenos campos y jugadores de nivel, pero es fútbol y lo importante es adaptarse y trabajar duro para intentar hacerlo lo mejor posible”.
Todos los veranos hacía una cita a sus familiares ourensanos, ahora volverá a primeros de julio pero para con la maleta cargada quedarse todo el año.