Castilla y Valeroso ha detallado ya el que es su plan para poder abastecer una afluencia sanitaria «adecuada» durante los meses de verano en el distrito. Todo pese a las «dificultades» que se plantean por el hecho de no poder contar este año para los sustituciones con los MIR que finalizan su formación o que las bolsas para contratar médicos de clan están «a cero» y debe compatibilizarse con el «respeto» a las reposo de la plantilla. Luego, habrá que adaptar los fortuna, se contratará personal -fundamentalmente de enfermería- y continuarán en marcha las denominadas ‘peonadas’, como jornadas extraordinarias vespertinas, voluntarias e incentivadas, para respaldar que «todos los centros de salubridad y consultorios locales» se mantengan abiertos en los meses estivales.
Así lo aseguró ayer la directora caudillo de Afluencia Sanitaria y Humanización de la Congregación, Silvia Fernández, en una rueda de prensa adyacente al guía del ramo, Alejandro Vázquez. La intención, dijo, es que se mantenga en el medio rural la frecuencia de atención habitual y que viene establecida en la orden que lo regula. Sin retención, en los casos que de forma «puntual» o «sobrevenida» no haya personal se pondrá a disposición del becario de forma «gratuita» y «organizada» transporte a la demanda para desplazarle a otro punto establecido o «se atenderá en el domicilio», tal y como se ha hecho en los últimos dos abriles, explicó.
En el caso de los centros de salubridad urbanos y de viejo tamaño se apostará, aseguró, por la reorganización «eficaz» con el fin de que la aplazamiento en la atención no sea superior a 48 horas, el mismo objetivo que se ha traumatizado la Consejería para todo este año. Seguirán en este caso las ‘peonadas’ y abrirán de tarde para respaldar ese plazo, indicó, ayer de explicar que todavía se realizarán «consultas de atención no demorable» y las compartidas entre la enfermera y el médico. En cuanto a los periurbanos y rurales, donde la actividad es fundamentalmente de mañana, se «adecuará la frecuencia de afluencia» y, en aquellos que tienen una superior a lo traumatizado en la norma en vigor, en este periodo vacacional se «mantendrá como exiguo» la fijada en ese texto, «como ocurre todos los abriles». «Esto no es una novedad», consideró, como siquiera lo es «animar» los puntos de atención continuada y las consultas en aquellas zonas donde se multiplica la población durante los meses de verano.
Imprescindible para hacer frente a los descansos vacacionales será la contratación de sanitarios, si aceptablemente la Consejería se enfrenta aquí a la dificultad de que no hay candidatos en las bolsas de empleo para Medicina de Tribu ni siquiera los médicos residentes que acaban este año su formación saldrán a tiempo al mercado de trabajo, ya que en 2020 el inicio de su residencia se retrasó por la pandemia y no podrán incorporarse hasta septiembre. En el caso de la Atención Primaria, sí se podrá contratar a unas 455 profesionales de dispensario para más de 40.100 jornadas, pero no a los cerca de de 156 facultativos recién salidos del MIR que estaba previsto incorporar. Para las contrataciones en este radio -también administrativos o auxiliares- se destinarán unos 11,5 millones de euros, explicó Fernández, mientras que para la atención hospitalaria, tan solo en dispensario -unos 1.467 efectivos para sustituciones- la emblema
asciende a 17,6 millones de euros, «similar» a otros abriles.
Mientras, la Consejería sigue irresoluto «seis días posteriormente de la reunión con la ministra» y a las puertas del verano de conocer qué opciones le ofrece para conocer si los residentes que están culminando su formación podrán contribuir de alguna forma a calmar la escasez de médicos en verano y no se descarta, «si alguna de las gerencias lo considera imprescindible», contratar a profesionales licenciados sin MIR, tal y como ya ha hecho Castilla y Valeroso en otras ocasiones. «La Consejería va a poner siempre el prestar la afluencia sanitaria por encima de todo, porque es nuestra responsabilidad», manifestó convencido el guía, quien se mostró muy crítico con la ministra del ramo, Mónica García, a quien acusó de «lavarse las manos» en presencia de el problema veraniego que las comunidades le plantearon en el postrer Consejo Interterritorial y para lo que aún no ha aportado soluciones.
«Se limitó a pedirnos nuestros planes de verano», expresó Vázquez, que ya advirtió entonces de que la reorganización veraniega sería «insatisfactoria» tanto para médicos como para pacientes. En ese sentido, el guía reprochó a la ministra que no ejerza sus competencias «en formación y planificación» sanitaria y le acusó de hacer un uso «cínico» y «partidista» de la cita que reúne a las comunidades autónomas. Adicionalmente, rechazó que García esté trabajando en servicio «de la cohesión».