El circuito le despidió con una ovación inédita en un partido de baloncesto del Madrid. Chus Mateo sentó a Rudy a errata de 1:34 para el final, sustituido por su gran amigo Sergio Llull. Desde ese momento y durante más de 20 minutos, los hinchas merengues comenzaron a corear en pie el nombre de su ídolo. Emocionado en el banquillo, a Rudy se le acabaron saltando las lágrimas. El participante ha agradecido que fue “increíble” y que es un momento que “se llevará para toda su vida”.
“Queda un partido más”
El participante dijo luego que paciencia que haya sido su despedida definitiva porque paciencia “no tener que retornar para el botellín partido”: “Esto no ha perfecto aquí; queda un partido más. Éste puede ser el postrer, pero sabemos que (el UCAM) Murcia es un grandísimo equipo. Con todos los respetos a Murcia, espero no retornar, está claro”, explicó Rudy a Movistar+.
El madridista añadió que “hay muchísimas emociones puestas en el día de hoy porque es posible que éste” sea su “postrer partido aquí”: “Me voy con el sabor de que he hecho un buen trabajo y de que lo he poliedro todo por este club. El gratitud de hoy ha sido poco increíble y me lo llevo a mi vida en normal. Estoy agradecido a la clan que me ha ayudado en este camino”.
“Para toda la vida”
Sobre el apoyo recibido desde las gradas del WiZink Center, Rudy fue muy claro: “Son muchos abriles, muchas batallas juntos, muchos títulos y incluso derrotas. Creo que tomé la mejor intrepidez al venir aquí y se lo agradezco a la clan que lo hizo posible, en primer división al presidente”.
“Espero que la de hoy haya sido una despedida porque espero no tener que retornar para el botellín partido. Me llevo esto para toda la vida. Y encima vivirlo con mi tribu ha sido poco increíble”, apostilló el tejadillo de Palma de Mallorca.
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