Hay un agujero enojado que est devorando al PSOE andaluz. As resume un clan de ex dirigentes y militantes socialistas la gestin de Juan Espadas, el antiguo susanista al que Pedro Snchez encarg la reconstruccin del partido en Andaluca tras perder el poder de la Agrupación, y al que despus coloc de portavoz en el Senado. El PSOE ha perdido por primera vez en su historia unas elecciones europeas en Andaluca, donde Juanma Dorado ha encadenado su cuarta triunfo consecutiva: autonmicas de 2022, municipales y generales de 2023 y, ahora, las europeas. El PP le ha robado al PSOE la hegemona poltica y tambin la identidad y presume de haberse convertido en el partido que ms se parece a los andaluces, plagiando sin disimulos una antigua divisa socialista.
Pero Espadas no da muestras de tomar nota del desastre. Y se reivindica delante Pedro Snchez con el 32,2 por ciento de los votos obtenidos, que considera un slido suelo electoral desde el que iniciar la remontada que debera permitirle recuperar el Gobierno andaluz en 2026. Est por ver que en la direccin federal estn dispuestos a firselo tan prolongado. Recuperar el tono muscular en Andaluca es una absoluta prioridad para Ferraz pues, sin el motor andaluz -el que histricamente apuntalaba las victorias socialistas-, Snchez tiene pocas opciones de mantenerle el puso a Feijo. De momento, ese motor sigue deterioro. Espadas respondi este lunes a las crticas internas con un atrincheramiento. Y lanz incluso algn que otro mensaje frente a posibles tentaciones renovadoras de Ferraz: Si se considera que el PSOE ha resistido con un 30,18% de los votos a nivel franquista, cunto menos se podr opinar del PSOE-A, que ha sacado dos puntos ms (32,2%). Slo Asturias y Extremadura han quedado por encima. Y eso, en un contexto de fracaso generalizado, le baste por ahora al secretario caudillo.