Cambio de tripulación y suministro de petacas a una narcolancha en directo, de nuevo en la costa de Cádiz


«Lo que queda claro es que la impunidad no existe en el Campo de Gibraltar y en toda la costa, y prueba de ello es la actividad que desarrolla tanto Policía Franquista como Control Civil y Vigilancia Aduanera, de guisa terminante y permanente contra el crimen organizado». «No hay impunidad, España es un ejemplo a nivel de Europa». El ministro Marlaska hacía estas declaraciones este pasado sábado al ser preguntado por los periodistas sobre el fallecimiento de un supuesto traficante marroquí en una persecución frente a los Caños. Pero no era éste el único suceso que había ocurrido relacionado con estos delincuentes, ya que, de nuevo, y tan solo unas horas ayer, otra de estas ‘collas’ se dejaba ver por el costero gaditano. Se dejaba ver de cerca. A unos metros de la orilla de Bajo de Derrotero (Sanlúcar).

Así lo demuestran estas imágenes que fueron tomadas el viernes en torno a las ocho de la tarde en este citado punto. A esta entrada de la desembocadura del río Guadalquivir se acercan día y incertidumbre multitud de estas semirrígidas para ser abastecidas. Algunas de ellas se esconden en el mismo estuario y otras salen y entran al mar según tengan planificadas las cargas y descargas del hierba que llevan. Por lo que están ahí.

En estas imágenes lo que se ve claro es para qué están cada una de estas embarcaciones. Una de ellas, la lanchita más pequeña, funciona de petaquera. La que les acerca las garrafas de gasolina y suministros (comida y bebida) y por cuyo ‘teleservicio’ les pagan. En ella viajan tres personas. La otra, la alto, es una trimotora con antena y está ocupada por seis tripulantes. Todos ellos de azaroso, tapados y algunos con cascos de protección.

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