La segunda publicación del congreso Mundolivar, que ha arrancado este martes en la Cátedra Magna del Campus Rabanales -concluirá mañana-, ha reunido en una mesa redonda a los gigantes del sector aceitero.
El cartel ha sido ‘top’: Ignacio Silva, presidente de Deoleo (uno de los grandes operadores y que tiene su sede en Córdoba); Antonio Luque, presidente de Dcoop (potentísima cooperativa con enorme presencia en nuestra provincia); Antonio Gallego, director común de Corro Migasa; Gonzalo Guillén, CEO de Acesur; José Luis De Prado, presidente de Corro De Prado; y Jorge De Melo, CEO de Sovena.
Han protagonizado un coloquio titulado ‘Tiempos convulsos en el sector oleícola: cómo adaptarse’. En él, han reflexionado sobre las claves de su mercado y los precios del ‘oro puro’. Esta última cuestión es una cuestión esencia: el sector arrastra el decorado nulo habitual de dos campañas muy cortas de producción, por la sequía, que ha disparado el valía del grasa, lo que ha pequeño el consumo.
Los grandes operadores de este ámbito de actividad han registrado a que, tras las lluvias de primavera, ha comenzado un descenso de precios que se prolongará, aunque han considerado que es pronto para determinar su difusión. El que sí se ha mojado en sus previsiones ha sido el mayor responsable de Deoleo. Ha recordado que ya señaló que «a partir de junio empezaba a apearse». «Creo que la tendencia descendente seguirá hasta final de año», ha asegurado, con la audiencia puesta en una «buena campaña» 2024/2025, hexaedro que «no ha habido calor, la piropo no se ha molesto y el olivar se encuentra en estado inexistente».
El cátedra magna del campus de Rabanales se llenó para la charla de los gigantes del grasa
Todo ello, apunta Silva, a una producción de ‘oro puro’ que será homólogo de «pendiente de precios». Indicó que actualmente se opera a un valía de unos 8 euros por litro en origen y podemos irnos, con la próxima campaña, a 4,5 ó 5, en función de las lluvias que tengamos». Dio por hecho los cinco y apuntó que si hay precipitaciones el descenso debe ser longevo.
Su homólogo en Dcoop ha registrado en la misma dirección de. Ha indicado, como el presidente de Deoleo, que el valía en origen está en esos ocho euros por litro y «bajará seguro», pero a día de hoy no se puede aprender, a su entendimiento, «si será a cinco o seis». Lo que sí ha hexaedro por hecho es que hasta noviembre (cuando ya se esté empezando a recolectar la coches 2024/2025) el descenso no será derecho, sino que debe tener altibajos.
«Es complicado asegurar que el grasa va a estar a cinco euros. Eso sí, el valía ya no estará a ocho en diciembre. El valía al que baje dependerá del calor del verano y la precipitación de otoño»
José Luis de Prado
Pdte. Corro de Prado
El presidente del Corro de Prado ha transitado en su prospección una senda similar. Ha arrancando reiterando que el valía del ‘oro puro» dependerá «mucho» de la climatología, como es habitual. «Es complicado asegurar que va a estar a cinco euros. Eso sí, el valía ya no estará en ocho en diciembre. El punto al que baje dependerá del calor que haga verano y de la precipitación de otoño», ha asegurado, recalcando el impacto que el tiempo tiene en la producción de este alimento. El CEO de Sovena, por zaguero, ha abordado esta cuestión de forma segura indicando que el precio «bajará» pero ha indicado que es pronto para aprender en «qué división» puede ser ese retroceso.
A la búsqueda de nuevos clientes
En esta misma cuestión de la desarrollo de los precios, los líderes de estos gigantes del grasa han hexaedro asimismo sus recetas para aumentar los consumidores de este producto; cuestión de exclusivo importancia luego de que el precio aprehendido en los lineales haya hecho descender su consumo. Para el mayor responsable de Deoleo, «hay que hacer propuestas que tienen que ver con la modernidad y la innovación», pues hay que «atraer» a los potenciales compradores de «35 a 40 abriles». Ha añadido que el grasa de oliva como producto tiene que ofrecer «transparencia, trazabilidad, sostenibilidad e innovación, que son los pilares en la toma de atrevimiento del consumo».
El presidente de Dcoop ha insistido en la importancia de la calidad, vinculada a la trazabilidad, como tipo de entretenimiento: «Que se garantice que el cien por cien de lo que va en la botella es grasa de oliva». Y ha defendido que es necesario un «esfuerzo» del sector para que «la familia muchacho conozca más» este producto. «Que no se nos mueran los consumidores que tenemos y no hayamos conseguido los que vienen detrás», ha dicho gráficamente.
El sector señala a una longevo promoción, la innovación y la calidad como rudimentos para cobrar consumidores
Su homólogo en Migasa ha emplazado la esencia para cobrar clientes en «la segmentación» de la proposición, aunque, ha admitido, la dificultad de desarrollar esa organización. Ha recordado que hay consumidores que, por ejemplo, están dispuestos a avalar más por un grasa de oliva tradicional -con un limite de árboles por hectárea o cuyo fruto sale de olivar en pendiente- o por uno que salga de una empresa que certifique su sostenibilidad. «Se prostitución de segmentar para venir a cada consumidor», ha recalcado Gallego.
La «promoción, la innovación y la calidad» son las herramientas que tiene que usar este alimento para cobrar cuota de mercado, a entendimiento del CEO de Acesur. En cuanto a la forma en que se ‘vende’ el ‘oro puro’, ha detallado que «España, pese a ser el principal productor, no ha conseguido dar la imagen de ser líder mundial». Ha asegurado que «desatiendo promoción» y conseguir un longevo conocimiento del grasa de oliva entre el consumidor mundial. Luego, ha abordado el campo de la calidad y ha indicado que el sector no ha conseguido convencer aún a las autoridades para poder incluir en las etiquetas de sus botellas las ventajas que supone el consumo para la salubridad,
De Prado se ha centrado en uno de los aspecto citados por el CEO de Acesur, porque ha defendido la exigencia de «incidir mucho en la promoción». El CEO de Sovena ha cerrado esta parta de la mesa redonda destacando que hay que «comunicar a los jóvenes» las ventajas de este alimento y ha registrado que aún hay que deshacer «algunos mitos» sobre él: «En Brasil, aún hay familia que cree que freír en grasa de oliva es malo para la salubridad». Y ha defendido, encima, que en el sabor hay que «constatar cosas nuevas», analizando cómo se cocina en los distintos países.