dos sobrinos, acusados de quedarse con 315.000 euros


Como el tío Guillermo Juan no dejó testamento y ya no puede pronunciarse, porque falleció hace casi siete primaveras, tendrá que ser un tribunal de la Audiencia Provincial de Toledo el que resuelva la batalla legislativo emprendida por sus herederos. El fiscal Cielo Demetrio de la Cruz y el abogado Cielo de Miguel acusan a dos sobrinos, los hermanos Víctor y María Luisa, de apropiarse de 315.000 euros en casi nada dos primaveras, mientras don Juan vivía y a posteriori de su homicidio.

Sin confiscación, los dos inculpados se defendieron este martes en el madurez, donde se presentaron como los familiares que más se preocupaban de su tío. Eran los encargados de las gestiones financieras de don Juan y los únicos autorizados en dos cuentas suyas; que sacaban el fortuna que les decía y que se lo entregaban para que lo guardara en la habitación de una residencia de mayores donde vivía en Talavera de la Reina.

Su sabio, Manuel Regato, fue más allá y esgrimió el principio procesal ‘In dubio pro reo’ (en caso de duda, a amparo del destacado) porque, sostuvo, no hay ninguna prueba «directa, persuasivo y clara» de que Víctor y María Luisa se apropiaran indebidamente de esa enorme cantidad de fortuna.

La cosa, en cambio, sí está meridianamente clara para el fiscal y la cargo particular, ejercida por Cielo de Miguel en nombre de otros herederos de don Juan, quien tuvo un bar en Madrid antiguamente de retirarse definitivamente a Talavera en 2015.

Como los dos hermanos estaban autorizados por su tío en dos cuentas bancarias, entre 2016 y 2017 sacaron de ellas más de 201.000 euros. Pero todo no quedó ahí, según las acusaciones. Con un severo destrucción físico, el tío murió el 10 de octubre de 2017. Curiosamente, dos días antiguamente los hermanos realizaron desde una cuenta de don Juan una transferencia de 21.470 euros a un concesionario para la operación de dos automóviles. Y la víspera del óbito cancelaron fondos de inversión y productos financieros del tío Juan; transfirieron el efectivo a una cuenta corriente y luego retiraron 96.430 euros en cajeros automáticos de Talavera, Alicante, Benidorm, Madrid y Torrijos entre el 11 de octubre de 2017 y el 26 de abril de 2018.

María Luisa y Víctor aseguraron al tribunal que su tío dijo antiguamente de sucumbir que compraran los coches y negaron que hubiesen tenido tarjetas bancarias de las cuentas de don Juan, quien «regía perfectamente» antiguamente de su decaída. Por su decadencia, explicaron, siguieron el mandato de su tío y un protonotario les expidió un poder «a posteriori de tener personalmente una entrevista» con el anciano. «Estaba en su sano madurez, la individuo le funcionaba», subrayó el sabio Manuel Regato.

«No dispusimos del fortuna de mi tío sin su consentimiento y no sacamos fortuna desde su fallecimiento», afirmó tajante María Luisa, la primera en fallar y que se quejó de que los herederos que había en el notorio la insultaban por lo bajo. Asimismo habló de la posible presencia de terceras personas en esta historia, «una señora según me dijeron en el faja», que habrían acompañado a su tío en alguna ocasión a la sucursal, pero sin dar más datos.

En su comparecencia Víctor, inquieto, remitió varias veces a lo que su hermana acababa de manifestar y reveló que, tras la homicidio de su tío, rompieron los candados del armario y de la cómoda que había en la habitación de la residencia. La sorpresa fue, aseveró, que no había ni fortuna ni cartillas bancarias.

Tras su óbito, los hermanos no comunicaron la homicidio de su tío a los bancos para aislar sus cuentas, según declararon los empleados, y los demás sobrinos no se enteraron de que habían sido esquilmadas hasta siete meses a posteriori, en mayo de 2018, una vez que obtuvieron la testimonio de herederos.

José María, el sobrino que lo denunció, siempre sospechó de sus primos porque, por otra parte, su tío «no pagaba nulo» en efectivo. «Ellos no facilitaron el certificado de última voluntades ni el de principio de mi tío porque lo que querían era retrasar que entrásemos en las cuentas», contó al tribunal. Y relató todavía que María Luisa y Víctor iban contando que habían recibido una herencia y no había más herederos, por otra parte de recapacitar una frase que repetía su tío: «En esta vida, tanto tienes, tanto vales». Ahora hay 315.000 euros en entretenimiento.

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