El exlíder de ANC Jordi Sànchez no se acogerá a la ley de Amnistía y confía en el TEDH


El exlíder de la Assemblea Doméstico Catalana (ANC) y exsecretario normal de Junts, Jordi Sànchez, no se acogerá a la ley de Perdón, como siquiera quiso que nadie pidiera su indulto, y confía en los procesos abiertos en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

En declaraciones a Europa Press este martes, tras la publicación de la Ley de Perdón en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha explicado que su postura es «de desconfianza» en dirección a la ecuanimidad española.

«Indulto y remisión es lo mismo, son apaños que hace el Gobierno castellano, con una mayoría parlamentaria y que la ecuanimidad debe aplicar, no me parecen mal, pero no es mi conflicto», ha sostenido.

Sànchez ha insistido en que su «única motivación» es el TEDH, y es donde centrará sus esfuerzos y bienes, y ha asegurado que si este tribunal le da la razón, España deberá anular la sentencia del motivo del 1-O y osar si vuelve a celebrar el motivo o no.

Pidió no acogerse a los indultos

Ha recordado que cuando el Gobierno central anunció los indultos a los líderes independentistas que estaban en la prisión decidió que nadie lo pidiera para él.

Además ha detallado que, cuando hubo alegaciones y bienes contra los indultos, dió instrucciones a sus abogados para que no intervinieran en su caso: «Mi razonamiento es opinar: este no es mi lío, ya haréis lo que tengáis que hacer».

Sànchez ha afirmado que ha llegado a la conclusión de que «con la ecuanimidad, con el Tribunal Supremo (TS), de nadie sirve sugerir un escrito o un razonamiento razonable a derecho, porque han trabajador lo que han querido desde el minuto uno».

Historial penales

Ha sostenido que asimismo tomaría esta atrevimiento si estuviese inhabilitado, y ha señalado que si el TEDH le da la razón asimismo se eliminarían los historial penales al igual que ocurre con la remisión, porque se anularía la sentencia.

Ha insistido en que confía en la ecuanimidad europea, y ha detallado que tiene dos demandas presentadas y aceptadas en el TEDH y que ya se están tramitando, «a la calma de que España presente sus alegaciones».

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